El Gobierno está dispuesto a que Almería deje de ser el farolillo rojo de Andalucía y de España en cuanto a la utilización de gas natural y para ello se ha propuesto extender lo antes posible la red de distribución al conjunto de las comarcas de la provincia. Así lo afirmaba ayer el diputado del PP Rafael Hernando, que considera que se trata de una apuesta de importancia porque “allí donde ha llegado el gas se ha producido un proceso de industrialización”.
El primer paso ya está dado con la autorización para construir el gasoducto entre Baza y Huércal Overa, en el que se invertirán 40 millones de euros y se empleará a 250 personas. Tras ese primer paso llegarán las inversiones para llevar el gas al Levante, Poniente y a la capital.
Primero en el Almanzora
La disponibilidad de gas en la comarca del Almanzora, y en especial a la del Mármol, supone prestar un servicio de calidad con un combustible “fiable y sostenible” a cientos de empresas. Y sostiene que el gasoducto “implica que los alrededor de 2.100 camiones que circulan cada año por la zona para trasladar el gas dejarán de ser necesarios”.
La gasificación de Almería debe permitir un cambio profundo de la situación actual y es que Almería es una de las provincias españolas con menor nivel de utilización de este combustible con apenas un 1 por ciento del consumo total, mientras en Andalucía hay un 9 por ciento de población a la que está llegando.
Hernando afirma que cuentan con la colaboración de la empresa que realizará la construcción del gasoducto del Almanzora que, al igual que el Gobierno, ha hecho también una apuesta estratégica para la extensión progresiva del gas natural al resto de la provincia. Hay especial interés en las áreas de Levante y Poniente con mayor presencia de invernaderos porque se ha detectado en ellos una demanda importante de gas.
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