Gema Cuerda mantiene su versión sobre el secuestro y se somete a pruebas de ADN

Gema Cuerda, madre de la niña onubense asesinada en diciembre en Fiñana, ha declarado esta mañana en el Juzgado de Instrucción número Dos de Almería como testigo. La mujer ha mantenido la espina dorsal de su testimonio a la Guardia Civil y se ha desvinculado de las acusaciones realizadas por Jonathan Moya, presunto asesino, sobre un supuesto plan para vender a la bebé.

Cuerda ha llegado a los juzgados acompañada por su abogado, Antonio Revuelta, por algunos familiares y por la responsable de la Unidad Mujer Menor (Emume) de la Guardia Civil de Almería. Ha declarado ante el magistrado Jesús Hernández durante casi dos horas y a mediodía se ha trasladado a las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Almería para someterse voluntariamente a la toma de muestras de ADN.

Los resultados de los análisis se cotejarán con las trazas obtenidas por el Instituto de Toxicología de Sevilla en la ropa de la niña. Ayer un informe revelaba ADN de una persona desconocida. La acusación, representada por Antonio Revuelta, considera que "es probable" que coincida con el ADN de la madre.

Por otra parte, también ha declarado en los juzgados Consuelo M., tía paterna de Jonathan Moya González. Está acusada de encubrimiento. Hoy ha asegurado que no mantuvo ningún contacto con su sobrino con el que, según su letrado Miguel Ángel Torres, tenía total enemistad. El juez no ha tomado medidas contra ella, aunque sigue imputada.

Asimismo, el otro imputado por encubrimiento, Raúl Ríos, amigo de Moya y actualmente en el centro penitencario de Albolote (Granada), podría quedar en libertad en las próximas horas. La Fiscalía no se ha opuesto a la petición presentada por sus abogadas, Juana Tarifa y Josefa Ramos, y podría excarcelarlo esta misma semana.

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