Griñán pone al sector agroalimentario de Los Vélez como ejemplo económico

José Griñán se dio ayer un baño de multitudes por tierra velezanas. Aprovechó el presidente de la Junta su viaje a Chirivel, a la Feria de maquinaria y productos  agrícolas y ganadería (Terracultura) para demandar al Gobierno Central un mayor apoyo al sector agroalimentario.
Griñán, que fue recorriendo uno por uno los cincuenta expositores de embutidos, vinos y otros productos ecológicos, resaltó cómo  el desarrollo rural ayuda a cohesionar el territorio almeriense, a la vez que genera oportunidades de empleo y competitividad. El presidente andaluza destacó la pujanza de la agricultura y la ganadería almeriense, poniendo como ejemplo los esfuerzos que se están haciendo en la comarca de Los Vélez, donde sus ganaderos se han unido para ofrecer una marca de calidad extra para sus productos cárnicos y lácteos. Griñán ha animado a los productores a crear una marca de calidad ecológica.
Precisó el presidente andaluz que “si bien no todo el mundo vive de la ganadería y de agricultura, a partir de ella vive mucha gente y permite mantener el equilibrio poblacional y permite que Andalucía sea una región privilegiada, sin grandes éxitos y concentraciones urbanas”.
La VII edición de Terracultura, que se celebra hasta el domingo en Chirivel, tiene como principales objetivos dar a conocer las nuevas tecnologías e innovaciones en maquinaria y productos agrícolas y productos ecológicos, dinamizar el sector agrícola del municipio y de las zonas de influencia, potenciar la adaptación y modernización de las explotaciones agrícolas y dar a conocer los avances en el sector ganadero.
Por otra parte, Griñán, anunció ayer en Chirivel, antes de partir hasta Baza, que pedirá la próxima semana al líder del Gobierno, Mariano Rajoy, una reunión para plantearle una estrategia nacional que permita la “unión de todas las administraciones y de todas los partidos para luchar contra la crisis económica y poner sobre la mesa como base las medidas de reforma adoptadas por su ejecutivo”. El presidente advirtió  también que la corrección a la baja de la Comisión Europea de las previsiones económicas del Gobierno de Mariano Rajoy para el presente ejercicio revela que el “camino recorrido no es el acertado y ha urgido una acción conjunta de ejecutivos estatal y autonómico”.
El gran problema que tenemos en España es que la austeridad y  los recortes han producido menos crecimiento económico y mayor desempleo.

El día que Pepegriñan conoció a ‘Diego del Chiri’

“Presidente, que soy el Diego, el Diego, de aquí, del Chiri” Eso le decía un niño, subido a un tractor de Juan Robles, a Griñán, bajo un sol veraniego más que primaveral. Y el patrón de la Junta, con su traza de avezado profesor le aconsejaba, “estudia mucho hijo, que te va a hacer falta”.
¡Dejad que los niños se acerquen a mí! pareció dar a entender el presidente durante toda la mañana  - como Jesús en Galilea- bajo el celestial aroma a cordero que se braseaba a solo unos metros por cortesía de la UPA.
Allí estaba el presidente, escoltado en todo momento por la alcaldesa Emma Sola, con su falda cachemir, como una gioconda del Renacimiento, y por el secretario de los socialistas almerienses y chirivelense de pro, José Luis Sánchez Teruel, en funciones de embajador.
Tierras de los Vélez, tan desconocidas para los políticos de alcurnia, tierra fronteriza, con veta murciana y granadina, como no se cansa nunca de cantar su poeta local, Julio Alfredo Egea.
Allí estuvo ayer, Pepegriñán, el presidente de los andaluces, dándose un baño de multitud, jugando en casa, empapándose de la economía real, la que no cotiza en Bolsa, la que huele a pan blanco candeal de la panadería del Niño Jesús o a los jabones ecológicos de Consuelo de Tíjola. No está mal para un keynesiano convencido como él.
Abuelillos dorados por los soles y los vientos de años cogiendo el cereal; mujeres con carritos, a la puerta de la biblioteca bautizada con el nombre del vate local; empresarios de nuevo cuño, con garrafas de aceite, con botellas de vino, con fregonas ecológicas.
Allí estaba también, para recibir al gobernante de la Junta el niño Francisco, como el papa, orgulloso de dar la mano a señor tan principal. Y las ristras de embutidos sobre las palanganas de latón de La Joaquina de Fines, placer celestial para la vista y el paladar, en el pabellón de la Diputación comandado por Amós García y Oscar Liria.
Porque Los Vélez es cielo azul y aroma a pueblo de verdad, a aguardiente de caña y a roscos de matalauva: tan cerca y tan lejos del zumbido del litoral. Fue un día que no olvidará, casi seguro, Pepegriñán. Un día en el que conoció a José Navarro, un anciano de frente arrugada, recogedor de cerezas en Andorra; o a Federico, el turronero que más pueblos recorre con su carromato. Por él se hubiera quedado, pero la expedición tocó a rebato y salió pitando, como llegó, en Audi Negro, con los ojos de Jesulín de Ubrique mirándole de frente, desde el cartel de toros que anuncia la corrida de esta tarde.