En el año 1962 la familia Sorroche García estaba compuesta por José y Encarnación, los padres, y por Adela y Francisco, los dos hijos. Y un nuevo miembro estaba de camino. Sin embargo, esta almeriense ni siquiera llegó a ver a su bebé, ya que en el Hospital de la Bola Azul le dijeron que había nacido muerto y que el centro hospitalario se había encargado de hacer todas las gestiones y de su enterramiento.
Dos años después, la ilusión volvió a la casa de esta familia almeriense porque Encarnación volvía a estar embarazada. En este caso sí disfrutó de sus recién nacidos, ya que fueron dos gemelos, varones concretamente. Sin embargo, a los tres días de su nacimiento el médico que la atendió le dio la mala noticia de que habían fallecido.
Cinco décadas después
Ahora, 50 años después, su hija Adela está intentando confirmar una sospecha que ronda el ánimo de la familia desde hace muchos años, y que se ha hecho más acusada tras darse a conocer a nivel nacional los centenares de casos de bebés robados que podrían haberse producido por toda España durante las últimas décadas del franquismo y los años 80 del pasado siglo. Adela está casi convencida de que su madre, la cual no recuerda muchos detalles de aquellas situaciones debido a una enfermedad degenerativa, fue una de esas madres que parece ser fueron víctimas de un caso de bebés robados.
La presidenta de la asociación provincial que aglutina a estas familias, Ascensión López, explica que “en el primer caso no hay constancia de ningún documento, ni del ingreso de la madre en el hospital, ni del nacimiento del bebé, ni de su muerte y enterramiento. La familia intentó ver al bebé y en el hospital les dijeron que ya se habían encargado ellos de todo y que era mejor no ver el cadáver. Y aunque les dijeron que había sido una niña, tampoco pueden descartar que fuera un niño, ya que no lo vieron ni vivo ni muerto”.
Era una familia normal
En este caso, puntualiza la presidenta de SOS Bebés Robados, “no hablamos de una mujer soltera que se ha quedado embarazada y pudiera sufrir el rechazo social de aquella época; sino de una familia que ya tenía hijos y que no tenía mayores dificultades económicas para mantener a los nuevos miembros”.
El problema es que “en aquella época no había derecho a reclamar y médicos y monjas eran la autoridad que mandaba”.
“Les dijeron que uno se les cayó y que el otro, al ser gemelo, también murió”
Miguel y Manuel nacieron el 16 de septiembre de 1964, con más de tres kilos de peso y sin ningún problema de salud. La madre y la hermana de Encarnación pudieron, incluso, tenerlos en brazos. Pero a los tres días “los médicos les dijeron que uno de ellos se les había caido y había muerto. Y que como el otro era gemelo, pues también había fallecido”. Esa absurda explicación no es la que aparece en los documentos oficiales. Ascensión López explica que, al buscar los registros del caso, “hemos comprobado que en el registro del cementerio municipal pone que la causa de la muerte fue por ser prematuros, y en la partida de defunción que fue por bronquioneumonía”. Desde SOS Bebés Robados están solicitando toda la documentación y a la espera de que Encarnación se haga la prueba de ADN para buscar a sus hijos. Porque “como le prometí a mi padre antes de que muriera, los encontraré”.
Los afectados piden justicia y más medios para saber la verdad
Cada semana se conocen nuevos casos de posibles bebés robados por toda España. Son ya miles las familias que buscan al hijo o nieto que creyeron muerto, y miles las personas que han empezado a sospechar sobre su verdadera identidad, que miran las fotos de su familia y no pueden evitar hacerse la pregunta de si realmente son hijos de las personas a las que llaman papá o mamá.
En la misma proporción han surgido las asociaciones de víctimas, que están luchando porque las administraciones públicas y de justicia intensifiquen sus esfuerzos en dilucidar si en la España del franquismo y los años 80 el robo de recién nacidos provocó la separación de miles de familias.
Manifestación en Madrid
El sábado pasado eran convocadas todas las asociaciones del país a una concentración en Madrid para poner de manifiesto esta petición unánime de más medios y más justicia. Y a ella acudió una representación de la Asociación SOS Bebés Robados de Almería.
Su presidenta, Ascensión López, afirma que “vivimos uno de los mayores acontecimientos reivindicativos de justica acaecidos en nuestro país. Madrid se convirtió en un clamor popular para defender los derechos de las víctimas de una de las mayores atrocidades sufridas en la historia más contemporánea de nuestro país, como es arrancar de las entrañas de una madre a su hijo para entregarlo a otra madre a cambio de dinero, como si de mercadeo de ganado se tratara. Y esperamos que quienes tienen en su mano poner fin a su dolor demuestren estar a la altura de su cargo”.
Desde la junta directiva de esta asociación agradecen su apoyo a todas esas personas, “a las que sus obligaciones familiares y laborarles les impidió estar allí físicamente, pero lo estaban con el corazón. Como la parlamentaria andaluza Rosalía Martín, o José Luis Sánchez Teruel y Juan Carlos Pérez Navas, que a lo largo de todo el día estuvieron pendientes de lo que sucedía en Madrid y en contacto permanente, enviándonos sus mensajes de apoyo”.
En ese sentido, Ascensión López quiere destacar a Antonio José Lucas, Delegado de la Junta de Andalucía en Madrid, y a la diputada nacional Gracia Fernández, “dos almerienses que el sábado se ganaron mi admiración y respeto. En esta época en la que la casta política está en tan baja consideración, no puedo dejar de romper una lanza a favor de estos políticos, que nos acompañaron en el recorrido que hicimos por las calles de Madrid”.
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