Alejandro es un niño de 10 años al que le encanta andar, nadar en la playa, pintar y salir a la calle. Sin embargo, para ello se encuentra con un sinfín de barreras ya que sufre parálisis cerebral, lo que se traduce en gran cantidad de problemas de movilidad. “Alejandro se encuentra muy bien a nivel cognitivo. Él razona y comprende todo lo que se le dice pero necesita ayuda para andar, nadar... por si solo”, explica a LA VOZ su madre.
Todo comenzó cuando era un bebé. A los siete meses, sufrió episodios de epilepsia “y se quedó paralizado”. Desde entonces, gracias a las diferentes terapias, Alejandro ha recorrido un largo camino, pero aún queda mucho por hacer y dónde progresar. “He tenido que desvivirme con él. Hemos ido mucho a Pamplona y actualmente realiza cuatro horas de fisioterapia y otras cuatro de psicología a la semana que paga la ONCE. Los médicos, en un principio, nos dijeron que no podría hablar y eso es lo que mejor hace”, comenta orgullosa su madre.
Recogida de tapones
El pasado octubre, esta madre comenzó a recoger tapones y sus sobrinos abrieron una página en Facebook para ayudarla en ese empeño. “Juan Enrique, mi sobrino, hizo la web y todo el mundo se ha volcado con nosotros. Seguimos recogiendo tapones para comprar material ortopédico para Alejandro. Además, estamos pensando en hacer un concierto benéfico, camisetas... Ahora tenemos que pegar carteles en los distintos comercios que están colaborando con nosotros”.
Y es que Alejandro necesita material que es muy caro. “Lo que necesitamos es una grúa (casi 1.000 euros), una silla de baño (2.500 euros), adaptar el cuarto de baño y poner un ascensor en la casa. De esta forma, mejoraría mucho su calidad de vida”.
Efectos de la crisis
Actualmente, la madre de Alejandro cobra 442 euros de la Ley de Dependencia. “Con la crisis nos lo han reducido. Hasta hace pocos meses nos daban 521. Además, antes estaba asegurada por la Seguridad Social y ahora ya no”, explica. Sin embargo, ese dinero es insuficiente ya que la madre dedica todo su tiempo a cuidar de él. “Con las obligaciones que tengo, ¿quién me va a querer contratar? Además, si trabajo para pagar a una persona que lo cuide, prefiero cuidarlo yo”, aclara.
De cualquier forma, Alejandro está haciendo grandes progresos. “Gracias a Dios, tiene parálisis pero no está paralizado. Él va a seguir avanzando poco a poco, tanto a nivel cognitivo como en la parte motora. Pero necesitamos ayuda. Es un niño precioso, cariñoso... lo tiene todo y nos da más de lo que nosotros le damos a él”, comenta emocionada su madre. Si desea aportar su granito de arena, entre en la página de Facebook ‘Ayudapara alejandroroquetas’.
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