El cartero de Aguadulce recorre el país asesorando sobre hipotecas

Cada vez que Emiliano Domene aparca la vespa de Correos frente a la sucursal que su caja de ahorros tiene en Aguadulce, las empleadas de la oficina cruzan los dedos para que lo que traiga el cartero en la mano sea una carta certificada y no otra de sus reclamaciones que tantos quebraderos de cabeza están dando a las entidades bancarias. Y es que la fama de este militante de IU como experto en reclamaciones a los bancos se ha extendido por toda España.

No siempre fue así, al principio le bastaba con el espacio de las sedes del partido pero, desde hace un tiempo, cuando Emiliano convoca uno de sus talleres sobre cómo reclamar por la cláusula suelo de las hipotecas, sabe que necesitará aforo para más de cien personas. Sin ir más lejos, el pasado martes este cartero logró congregar a casi dos centenares de vecinos en el salón de actos de la biblioteca municipal de Roquetas de Mar. Su éxito ha rebasado las fronteras de la provincia y ahora es reclamado para impartir el taller y formar a otros ponentes en diferentes lugares del país como Alicante o Sevilla.

Todo empezó gracias a las redes sociales. Emiliano, a pesar de que con humildad asegura no ser “experto ni abogado”, gestiona una página de Facebook que IU abrió para compartir “a modo de foro” la experiencia que personalmente ha adquirido en el campo de las reclamaciones a la banca. 

La iniciativa nació en Almería y ahora la página cuenta con casi mil fans de toda España. Calculan que han respondido ya más de diez mil consultas online, “más las incontables que los afectados nos hacen directamente durante cada uno de los talleres presenciales que organizamos”, apunta Domene. Como resultado de ese trabajo aseguran que ya han conseguido más de 60.000 euros en indemnizaciones, “sin contar lo que las familias se ahorran mes a mes cuando desaparece su cláusula suelo”, apunta el militante de IU.

Saludo a los ‘topos’

Su fama no sólo se extiende entre los usuarios, a mitad de taller, Emiliano suele hacer una pausa, levantar una mano y decir irónicamente, “aprovecho para saludar a los que estáis aquí porque os ha mandado de topos el banco para el que trabajáis”. El militante de IU reconoce que últimamente los bancos le siguen de cerca e incluso le suelen llamar directivos para sondearle o simplemente para intentar transmitirle el punto de vista de la entidad crediticia. 

Pero las de los bancos no son las únicas llamadas que Emiliano recibe. Por las tardes, cuando acaba la jornada laboral, su teléfono no para de sonar con usuarios que desean contarle su caso o compañeros de IU que solicitan su ayuda para así ellos poder prestarla a su vez a otras personas: “Mi mujer está hasta el gorro de tanta cláusula, no quiere ni oir hablar del tema”. Explica que está haciendo una media de hasta dos talleres a la semana por las tardes dentro de la provincia de Almería y luego, los sábados aprovecha para desplazarse a otras provincias donde el partido le reclama, “aunque a los viajes de los sábados sí que procuro llevarme conmigo a mi mujer”. 

Por todo este trabajo Emiliano no recibe recompensa económica, asegura que lo que más le llena es poder posicionarse “contra la injusticia” y, sobre todo, “la sensación que se me queda cuando veo que una familia se alivia un poco de sus cargas económicas”.