La primera farmacia que hubo en Aguadulce cumple cuarenta años

Apenas vivían en Aguadulce 400 o 500 habitantes y las construcciones acababan en lo que ahora es la entrada a la urbanización. Mª Teresa llegó en busca del mar y se quedó para formar parte de la memoria de esta joven barriada. El día 7 de julio su farmacia cumplirá 40 años, una efeméride que le hace echar la vista atrás con nostalgia pero también con satisfacción.

Los de siempre
La farmacéutica se instaló primero en la cuesta del Caracol, camino al Puerto, y fue enseguida conocida por todos. “Recuerdo que hacía mucho calor y teníamos que atender en la calle”, relata. Así que al año siguiente el local se convirtió en el primer edificio con aire acondicionado de la zona.

Eran tiempos en los que todos se conocían “aunque había gente de paso” y en los que el trato con el paciente era casi familiar. Su marido, Francisco Martínez, pone un ejemplo: “Estuve en la mesa de las primeras elecciones democráticas aquí, y no pedíamos DNI hasta que nos llamaron la atención”.

Además, la ausencia de un médico en Aguadulce convertía a la farmacia en un punto de urgencias que dejaron su marca en el recuerdo. “Una de las anécdotas que solemos recordar es el caso de una mujer que iba con su marido en moto hasta que él arrancó con tanta fuerza que ella se quedó en el sitio y cayó sentada”, cuenta.

El apoyo de Florencio
Y en todos los recuerdos, el nombre de Florencio, el ayudante de Mª Teresa y su “pilar fundamental”: “Él paraba en el hotel de La Parra para llevar los medicamentos a las personas mayores, su espíritu tan servicial hace que lo quiera todo el mundo”.

El hijo de Florencio, Manolo -“que nació un mes antes de abrir la farmacia”- continúa el trabajo de comenzó su padre. También se ha unido al equipo del centro el hijo menor de Mª Teresa y Francisco, Pablo. Así, a pesar de que el local ha multiplicado su tamaño, sus servicios y el número de profesionales que lo atienden, mantiene el espíritu con que nació hace cuatro decenios.

“Es verdad que hemos ido por delante de las cosas, hay que verlas venir y, aunque siempre ha habido alguna dificultad, los farmacéuticos vivimos un momento delicado”, mantiene Mª Teresa.

Un gran cambio
Fue su otro hijo, Javier, quien le convenció para que “modernizara” la farmacia hace cinco años. “Ahora importa mucho el exterior”, explica Mª Teresa mientras pasea por el amplio espacio que permite “abarcar más campos”: parafarmacia, centro de dietética y nutrición, demostraciones, talleres... Cuenta con página web en www.farmaciaaguadulce.es  y su diseño atrae a cientos de clientes a la semana a una farmacia lista para seguir otros 40 ños más.