La histórica Coronación de la Virgen del Saliente cumple su 25 aniversario

Tarde del siete de agosto de 1988. El entonces nuncio de la Santa Sede en España, Monseñor Mario Tagliaferri, alzó la mirada. Bajo el cielo, presidiendo un altar ante el que guardaban silencio más de 15.000 personas, se encontraba la imagen de la Virgen del Saliente.

Llegó su turno. Tras recoger con delicadeza la corona de oro y acompañado por el Obispo, Casares Hervás, el representante de la Santa Sede  situó la joya sobre la cabeza desnuda de La Pequeñica, con la sutileza de quien se sabe parte de la historia.

La multitud estalló con un aplauso que resonó por todas y cada una de las engalanadas calles del pueblo. Los globos, que comenzaban a ascender tras la figura de la Virgen del Saliente ya coronada, viajaban camino del cielo al que miraban cientos de albojenses mientras se limpiaban las lágrimas.

Ayer, 7 de agosto de 2013, se cumplió el veinticinco aniversario de uno de los acontecimientos más multitudinarios que ha vivido la provincia de Almería en las últimas décadas, según titulaba entonces este mismo periódico.

Alcaldesa 

Junto a la Coronación y la ceremonia que le precedió se realizaron varias iniciativas simbólicas como la elaboración de un himno compuesto por el músico Juan Alfonso García y el poeta Julio Alfredo Egea. Además, la Corporación municipal de 1988 acordó “nombrar alcaldesa honoraria perpetua de la Villa a la Santísima Virgen del Saliente”.

El regidor de la localidad era entonces Francisco Pérez Conchillo, actual teniente de alcalde.  Ahora, recuerda aquellos días “con mucha emotividad. Nuestro municipio acogió una afluencia muy importante de visitas de todo nuestro alrededor. Fieles de las provincias de Murcia, de Granada, de pueblos de Almería... y de muchas otras partes de España donde también son devotos”.

El periodista de Antena 3 Cristóbal Cervantes escribió tras cubrir la Coronación que “cuando pasen los años” estaba seguro de que “las gentes recordarán lo vivido la tarde-noche del 7 de agosto de 1988” en el pueblo de Albox. Y pronosticaba: “Alguien dirá: ‘Yo estuve allí aquel día’”. No se equivocó.