La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha valorado el “esfuerzo” por buscar soluciones a la interoperabilidad de la tarjeta sanitaria aprobada por el Ministerio de Sanidad, “siempre que no suponga la pérdida de las prestaciones que ofrece la tarjeta andaluza”. Y es que, la propuesta de una tarjeta sanitaria única, individual y que permita la identificación del paciente en todo el territorio nacional será una realidad después de que el Gobierno central diera luz verde a la iniciativa.
Los almerienses, al igual que el resto de andaluces, llevan “ventaja” sobre otros usuarios del sistema público de salud dado que la tarjeta individual sanitaria que ya poseen les permite acudir a cualquier centro de la Comunidad Autónoma donde su historia médica será fácilmente localizada. Igualmente, la tarjeta les permite desde hace años disponer de su tratamiento farmacológico sin receta de papel, además de otras ventajas dirigidas a los sanitarios.
Así lo explican desde la delegación territorial de Salud, desde donde precisan que el nuevo formato anunciado por el Ministerio de Sanidad pretende hacer lo mismo en toda España. Claro que Andalucía y su sistema sanitario no está dispuesto a “perder” prestaciones para los usuarios andaluces.
Un coste de 12 millones Es por ello que esta solución prevista ahora por el Gobierno central “no debería, en ningún caso, representar una modificación de los sistemas informáticos existentes en la comunidad”. De ser así, explican desde la Consejería de la Junta, supondría para Andalucía un coste de más de 12 millones de euros, ya que habría que generar más de ocho millones de nuevas tarjetas, así como cambiar los dispositivos de lectura de las mismas, gasto que sería imposible de abordar, a no ser que exista una financiación por parte del Gobierno Central.
La decisión tomada el viernes en el Consejo de Ministros se contradice, entienden desde la Junta, en gran medida con la aprobada el pasado febrero en ese mismo seno en relación a la Agenda Digital, donde se proponía el DNI electrónico como único elemento de identificación polivalente para todos los españoles, y que sería también la vía de acceso a los sistemas sanitarios en sustitución de las tarjetas sanitarias.
En este sentido, desde Andalucía “se apuesta y se trabaja por buscar soluciones para alcanzar la interoperabilidad en el Sistema Nacional de Salud, haciendo compatibles entre sí los sistemas y las tarjetas sanitarias existentes, a fin de que cualquier ciudadano pueda utilizar la tarjeta de su comunidad en cualquier punto del territorio del Estado español”.
Algunos inconvenientes De hecho, hoy día sí que existen algunos “problemas” con las tarjetas sanitarias y las recetas electrónicas, señalan los propios usuarios. Muchos de los enfermos crónicos que ven cómo el sistema renueva electrónica y directamente sus tratamientos en la Receta XXI no pueden salir de la Comunidad Autónoma durante largos periodos de tiempo.
El sistema no permite volver a recetar dos veces la misma caja de fármacos si entiende que el usuario tiene todavía suficientes píldoras para su tratamiento. Así las cosas, si uno se va de vacaciones a Murcia tendría que volver para que la tarjeta individual sanitaria le permita comprar en la farmacia su tratamiento.
Aún así, son muchas las ventajas frente a los inconvenientes de una tarjeta que ha sido “modelo” para otros sistemas sanitarios españoles e incluso europeos. El acceso a la historia clínica de cada uno de los usuarios es fundamental. Desde cualquier terminal del SAS se puede conocer la información sanitaria básica de todos los andaluces. Además, el 061 puede acceder desde las propias ambulancias a estas historias con sólo saber el nombre del usuario.
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