Los ochenta metros de eslora del mercante Moon Light permanecen amarrados en la terminal internacional del Puerto de Almería. Su nombre se escribe ya en la historia de la lucha contra el narcotráfico como transporte del mayor alijo de hachís decomisado en la provincia, un cargamento de 18 toneladas protegidas de una lona de plástico y fardos de arpillera.
El éxito corresponde a los agentes de Vigilancia Aduanera (Agencia Tributaria). Una espectacular operación de seguimiento y abordaje permitió el mediodía del sábado la captura de los siete tripulantes a unas 25 millas al sur de la costa de Almería. En la cubierta principal del mercante viajaban apilados los más de 400 fardos de hachís procedentes de algún punto de la costa atlántica de Marruecos.
El Moon Light tiene bandera de Sierra Leona y sus siete tripulantes son de origen sirio, según informó el delegado de la Agencia Tributaria en Almería, Jesús Pérez Aguilera. La droga se cargó en Marruecos, probablemente en las inmediaciones de Casablanca, y el mercante tomó rumbo al Mediterráneo para su descarga en “un destino desconocido”.
Vigilancia Aduanera siguió los pasos del mercante con dos aviones desde su paso frente a las costas de Huelva hasta el Mar de Alborán a la espera del mejor momento para el abordaje. Dos peligros amenazaban la operación, el fuerte viento y la posibilidad de prender fuego al barco como ya sucediera antes en un mercante interceptado en Cádiz. “Habíamos preparado un dispositivo especial ante la posibilidad de que prendieran fuego a la embarcación, pero, contrariamente a lo esperado, fueron colaboradores y no opusieron ninguna resistencia”, señaló ayer Juan Bello, delegado regional de la Agencia Tributaria.
El destino
La investigación trabaja para concretar el destino de la droga y su propietario. Hasta el momento no se conoce el armador y, según declaró el delegado provincial de la Agencia Tributaria en Almería, Jesús Pérez Aguilera, “no se descarta ninguna hipótesis” sobre el destino.
No obstante, algunos datos sobre el barco son reveladores, según Aduanas. La posición de la droga en la cubierta principal apunta a dos situaciones, que hubiera sido cargada recientemente o que se preparaba para su desembarco próximo. Dada la cantidad de droga transportada en el Moon Light, la descarga no sería rápida (ayer tardaron unas dos horas con una grúa y un camión). Por tanto, una de las tesis más factibles es que el mercante funcionara como nave nodriza y repartiera el hachís a lanchas rápidas o pesqueros a lo largo de su paso por Alborán.
Durante la mañana de ayer una comisión del Juzgado de Instrucción número Seis de Almería acompañó a expertos de Vigilancia Aduanera en el registro interior del mercante. En el recorrido por camarotes y bodegas estuvieron presentes los siete tripulantes, todos de origen sirio.
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