La Sierra de los Filabres se llena de sonidos con la berrea de los ciervos

Con la llegada del otoño comienza también el celo de los ciervos y el ritual de la berrea. En Almería, este espectáculo natural se puede presenciar en la Sierra de Los Filabres y sus alrededores. La población de ciervos en la provincia ronda los 2.000 ó 2.100 ejemplares, según datos facilitados por la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Lugares como El Chortal, en Gérgal; La Orapla, en Serón; El Prado, en Fiñana; o
Los Barrancones, en Bacares, resultan idóneos para escuchar la berrea e, incluso, presenciar alguna lucha entre machos.

Es durante esta época del año cuando los machos emiten un sonido característico, sobre todo, al amanecer y atardecer, para atraer a las hembras y mantener a raya a sus rivales. Se producen luchas entre machos y los vencedores configuran un harén de hembras que en ocho meses parirán sus crías.

La Delegación de Medio Ambiente comenta que se aprovecha la berrea para censar la población, ya que estos animales se hacen más visibles en este periodo del año. “Incluso, sin visualizarlos, es posible censar los machos por los puntos de la berrea”, explica.

“En esta época es también cuando se realiza caza selectiva para eliminar animales defectuosos y también la de trofeos y hembras (necesaria para el control de poblaciones), pero siempre en la modalidad de rececho”, apunta.

Para poder observar este espectáculo natural se aconseja hacerlo en grupos reducidos, de 3 ó 4 personas como máximo.Las mejores horas de observación son al amanecer y al atardecer y los mejores días, los más frescos y tras una lluvia. Entre las recomendaciones también está no hacer ruido y no molestar a los animales y mantenerse en los caminos y no adentrarse en la espesura de la vegetación, ya que los machos se vuelven algo agresivos en esta época. Además, desde los puntos altos se obtienen mejores escuchas, ya que se domina más el territorio.

“Para poder ver a estos animales de cerca hay que estar próximo a algún claro, donde el ciervo sale a berrear y pastorear a las hembras que salen a pastar”,

El Instituto de Estudios Almerienses organizó una visita el 21 de septiembre a la Sierra de los Filabres, en la que colaboró Medio Ambiente. A lo largo de este itinerario se explicaron las consecuencias de las repoblaciones forestales que se produjeron en la Sierra de Los Filabres en las décadas de los 60 y 70.

“Estas supusieron importantes cambios en el paisaje y en la composición de sus comunidades faunísticas. Algunas especies, especialmente las aves de zonas abiertas y los reptiles, prácticamente han  desaparecido, otras como el sapo partero bético se han mantenido adaptándose a los nuevos tiempos y, por último, otras se han visto muy favorecidas. Es el caso de algunas aves forestales y de mamíferos como el ciervo y el jabalí. Estos son hoy en día objeto de aprovechamiento cinegético”, señala el IEA.

La berrea se convierte, en esta época del año, en un atractivo más de la Sierra de los Filabres, que ve como visitantes y profesionales la visitan para presenciar este espectáculo natural.