A la espera de un hígado para su bebé

A falta de un donante infantil, los médicos estudian emplear parte del órgano de un adulto

Mariló Benavides en el Reina Sofía de Córdoba a donde se traslada junto a su hija una vez al mes</ti
Mariló Benavides en el Reina Sofía de Córdoba a donde se traslada junto a su hija una vez al mes</ti
Mª Carmen Cerezuela
13:14 • 05 abr. 2014

Mariló Benavides es un ejemplo de coraje y fuerza. Su pequeña, de un año de edad, necesita un trasplante de hígado. Padece una atresia de las vías biliares, tiene los conductos obstruidos y ausencia de vesícula. Por eso, el 24 de septiembre ingresó en la lista nacional de trasplantes.
A la espera de que llegue un hígado infantil compatible con el de su hija, cada mes se trasladan hasta el hospital Reina Sofía de Córdoba para realizar una revisión y realizar pruebas y más pruebas.  
Pero el tiempo apremia, como se ha visto en su última visita al Hospital Reina Sofía y, a falta de un hígado infantil compatible con el de la niña, los médicos están estudiando utilizar la técnica splich, que consiste en utilizar parte de un órgano de un donante adulto.

Larga espera El arrojo de Mariló Benavides es tal, que se ha hecho ensayos de compatibilidad para que su hija, en caso extremo, pudiera contar con su hígado. “La espera día a día se hace dura, pero la pequeña nos enseña a tener paciencia en este largo camino”, afirma esta madre coraje. La niña, sin duda, se parece a ella: es valiente, guerrera y luchadora. “Es una niña muy risueña, con una fuerza admirable”, afirma Benavides. Este bebé de 13 meses está enseñando a sus padres lo que significa pender de un hilo y no caer, mantenerse de pie y no desfallecer. “Dios le da grandes batallas a sus mejores soldados”, mantiene su madre.
La pequeña Mariló nació el 19 de febrero de 2013. Todo parecía normal. Tenía el típico cólico lactante de los bebés, el cual se le iba tratando con su médico. Sin embargo, cuando la niña contaba con un mes de edad, comenzaron a notarla de un color amarillo.

Evaluación “Nos fuimos a Torrecárdenas y allí le realizaron muchas pruebas”, relata la madre. Así fue como le diagnosticaron una atresia de las vías biliares, los conductos obstruidos y ausencia de vesícula, por lo que la niña no desechaba su bilis y tenía ese color amarillo. “La bilis se quedaba en su cuerpecito tornándose amarillo verdosa; sus heces, que debían ser de color, eran acólicas y su pipí colúrico”, cuenta Benavides.
Cuando se supo de su enfermedad los médicos procedieron a realizarle la técnica del kasai, una operación bastante importante para permitir el correcto drenaje de la bilis. Sin embargo, tras esta cirugía, los niveles y perfiles hepáticos de la pequeña continuaron igual, por lo que su equipo médico decidió trasladarla a Córdoba para el realizar el estudio de un trasplante de hígado, ya que se le había dañado.
Y así es como desde el 24 de septiembre están en lista de espera. Mientras tanto continúan luchando, batallando con ella, con rigurosos cuidados, con mucha medicación y observando día a día todos los síntomas que manifieste la pequeña.  “Tiene riesgo de colangitis y un largo extendido etcétera, pues ya tiene una variz esofágica tipo uno”, comenta la madre.

Llamamiento Mariló ha aprendido que donar órganos es donar vida, por lo que realiza un llamamiento para la creación de una asociación en Almería con todo lo relacionado con las funciones hepáticas y sus trastornos.
Todo aquel que esté interesado en hacerse donante puede consultar la información a través de la página web de la  Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. En este sentido, indica la página que ex










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