Oficina de información en el Cabo y nudismo en Vera

Las dos noticias más importantes que se han producido en este loco verano que estamos viviendo, con lluvia, granizo y nieve, son el ayuntamiento de Vera con sus normas para nudistas y la polémica por la oficina de información turística en las Salinas de Cabo de Gata. Que elevemos a los altares del enfrentamiento político entre junta de Andalucía y Ayuntamiento de Almería poco más de un metro cuadrado y un teléfono fijo, nos retrata a los personajes que mandan en nuestra tierra. Que por un metro cuadrado no se pueda abrir una oficina, porque la Junta ha dicho que tiene que tener tal o cual medida, me parece vergonzoso, cuando se permite que nuestros hijos den clases en barracones y miles de familias en Andalucía vivan en chabolas de tres metros y cuevas insalubres. 

La Junta no permite que los turistas sean informados en una oficina a la que le falta un metro cuadrado, pero permite que las camas estén en los pasillos de los hospitales, que en habitaciones haya hasta tres camas y que los puentes se conviertan en vivienda para algunos ciudadanos. Pero no se puede tener abierta una oficina porque le falta un metro cuadrado. Así nos va. La ley está para cumplirla. Estoy de acuerdo, que cumpla la junta todas las sentencias que tiene en contra y que se pasa por el forro de sus entretelas. Lo grave es que algunas leyes, normas o decretos de los parlamentos parecen redactados ese día tonto que tiene todos los que se sientan en los escaños, y así salen. ¿Y si son dos o trescientos al año? El señor nos coja confesaos.

Lo ocurrido en el ayuntamiento de Vera es de risa.  Los ediles de Vera no se leyeron lo que iban a votar y prohibieron el nudismo. Las lamentaciones políticas se han oído, cierto, pero si trabajaran un poco más, si dedicaran algo más de tiempo a estudiar, o por lo menos leer lo que van a votar, lo mismo el país no se reía de ellos. Perdón, no pensaría que son unos “torpes”. Resulta que ninguno de los ediles del equipo de gobierno se había leído las normas que iban a votar en pleno, y claro, dejaron las playas de Vera sin nudistas. El problema, que nuestros políticos aprueban leyes, normas y decretos sin ni siquiera haberlos leído, menos estudiarlos. Puede ser por “vagos”, peor sería por inútiles. Lo mismo es que no saben leer. Almería de risa y llanto.