Con el objetivo de convertirlo en el espacio de referencia para todos los usos y edades, el proyecto definitivo de Los Bajos no escatima en detalles, que denotan el cuidadoso estudio que sus autores y el Ayuntamiento han volcado en la que será la actuación más importante del municipio, que modificará desde un punto neurálgico el modelo de ciudad.
Los arquitetos valencianos Miguel Martínez y Pau Batalla presentaron el jueves el proyecto definitivo a la teniente alcalde Eloísa Cabrera, que examinó todos los detalles con ilusión. Entre las novedades más importantes, la decisión del Ayuntamiento de extender la reforma desde Los Bajos hasta la Avenida de Alicún, “de forma que se realza todo el entorno de la Plaza de Toros y el pabellón Infanta Cristina”, explicaba Cabrera.
Hay que tener en cuenta además que frente al polideportivo se acometerá también en próximos meses la rehabilitación del Mercado Central, por lo que el cambio del centro, que ya se ha iniciado con dos importantes obras dentro de la Plaza de Toros, multiplicará su fuerza.
Por áreas
Además de su funcionalidad, el diseño estético es una de las bazas del proyecto. “El parque se contruirá en hormigón, en las zonas de tránsito, y de albero en las de juego y encuentro”, revelaron los arquitectos. Se busca así una continuidad con la cercana Plaza de Toros con la que el parque dialoga sin barreras. De hecho, se eleva su base hasta igualarla a la entrada de los locales comerciales y se semipeatonaliza ese tramo de la avenida Aduana para crear un lugar adecuado para ferias y mercados.
La entrada al parque por ese lado está flanqueada por dos edificios de pequeña altura y alargados. Se trata de la biblioteca y la cafetería, que en la parte inferior albergará los vestuarios para la zona deportiva. Los Bajos mantiene así su uso actual, pero añade muchos más. Es significativo la división por áreas que han ideado Martínez y Batalla a petición del consistorio.
Junto a la Biblioteca se sitúa un pequeño anfiteatro y una zona de petanca. En las otras cuatro áreas de albero se encuentran una zona de juegos de 2 a 5 años, rodeada de bancos en hormigón; otra de juegos de 5 a 10 años, en el mismo área que el skatepark; una última de juegos para adolescentes y un último espacio, el más cercano a José María Cagigal, destinado a un pipican.
Completan las instalaciones dos espacios centrales, de confluencia de los corredores de tránsito, con fuentes y definidos por altas palmeras que servirán de referencia. Las palmeras actuales se transplantarán a todo el entorno del Infanta Cristina.
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