Ya desde que se planteó la convocatoria de concurso para la remodelación de Los Bajos, el Colegio de Arquitectos y el Equipo de Gobierno explicaron que el proyecto serviría para una transformación integral del centro de la ciudad. Por ello, se valoró especialmente para elegir la idea ganadora la conexión que realizaban Miguel Martínez y Pau Batalla del pulmón verde con la Plaza de Toros.
Un año después, la visita el pasado julio de los arquitectos valencianos para entregar el proyecto definitivo sirvió para conocer que el objetivo se había hecho realidad. El Ayuntamiento ha querido aprovechar esa visión integral de la zona y encargó a los mismos arquitectos la remodelación de las calles que la rodean y de los espacios públicos desde el parque al pabellón Infanta Cristina. El pasado viernes se anunciaba oficialmente a través del Boletín de la Provincia la formalización del contrato para la ampliación del proyecto.
Integración
Como objetivo del mismo figura la “redacción de proyecto básico y de ejecución y dirección de obra de arquitecto, que incluye las siguientes actuaciones: Adecuación y mejora de las calles adyacentes al Parque los Bajos con la renovación de instalaciones urbanas; e integración y modernización del ámbito rodado del Pabellón Municipal y la Plaza de Toros con el espacio público del Parque de los Bajos.
El presupuesto para la redacción es de 60.000 euros más IVA y el plazo de ejecución, de mes y medio.
Vegetación
Algunos aspectos de lo que será el cambio del entorno fueron adelantados en la visita de los arquitectos, que expresaron la importancia de extender el cambio a las calles cercanas para producir una verdadera transformación de la ciudad. Como elemento de continuidad, los valencianos han vuelto a escoger la vegetación, que es la clave en su propuesta para el propio parque y que fue muy elogiada por el jurado del concurso, por su acertada elección y su fácil mantenimiento en un clima como el de Roquetas de Mar.
El proyecto para las calles y zonas adyacentes reproduce el mismo esquema que en Los Bajos, con un suelo de hormigón que se extiende por el frente de la Plaza de Toros y el lateral y entrada del pabellón deportivo, rodeando al parking. Se ubicarán jacarandas en las dos esquinas laterales del Infanta Cristina y se creará un paseo de roble australiano (grevillea robusta) en la Avenida Curro Romero y en la parte posterior entre el coso y el pabellón deportivo.
En la puerta de la Plaza, un ramillete de palmeras mexicanas y un juego de fuentes de agua sitúan un punto de confluencia, al igual que se realiza dentro del parque en los centros donde se unen los distintos itinerarios.
Por su parte, el tramo de la Avenida Aduana que discurre entre el coso salinero y Los Bajos será peatonal. Para su delimitación se han escogido las mismas acacias que se siúan en la esquina norte del parque. Este pasillo se utilizará para ferias y mercados. Y tras la Plaza, de nuevo un grupo de robles australianos.
Las avenidas
La misma que se plantará al otro lado de la Avenida Juan Carlos I, cuya remodelación está prevista. En cambio, el contorno del parque y por tanto las aceras de entrada en la Avenida Juan Carlos I, calle José María Cagigal y calle Reina Sofía, estarán presididas por una línea de cerezos japoneses (prunus serrulata amanowa).
Dentro del parque se utilizan también, de la misma familia que el anterior, el ciruelo rojo o de jardín (prunus cerasifera); la tipuana palo rosa y el pino carrasco. Cada uno en uno de los ‘sectores’ en los que se divide el parque, para otorgarles personalidad propia y delimitación.
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