90 kilómetros para disfrutar caminando del Cabo de Gata

16 rutas por el Parque Natural para desgranar cada secreto de su flora, fauna y geología

Los senderos trazados descubren al visitante paisajes de origen volcánico, una variedad ornitológica
Los senderos trazados descubren al visitante paisajes de origen volcánico, una variedad ornitológica
La Voz de Almería
01:00 • 03 ene. 2015

Símbolo de la conservación y de la biodiversidad, el inspirador paisaje  del Parque  Cabo de Gata-Níjar también se posiciona como alternativa deportiva y cultural a la oferta turística de la región. 




Protegido desde 1987 por la Junta de Andalucía bajo el título de Parque Natural Marítimo-Terrestre, sus características paisajísticas y climatológicas hacen de este enclave un espacio único en Europa para disfrutar de la naturaleza durante los 365 días del año. 




Uno de los principales atractivos que el Parque ofrece a sus visitantes es la posibilidad de disfrutar de los 16 senderos públicos que, para todo tipo de público y preparación física, se expanden a través de casi 90 kilómetros. A través de los mismos, el visitante puede conocer a pie la práctica totalidad de las 49.512 hectáreas que componen el área.




 




Dificultad baja




De las 16 rutas establecidas para practicar senderismo, 13 están catalogadas como de ‘dificultad baja’, lo que las hace ideales para ser realizadas en familia o en compañía de amigos sin necesidad de preparación física previa.




La primera de ellas, conocida como ‘Sendero de Loma Pelada’, transcurre a lo largo de 5,9 kilómetros desde los Escullos hasta cala Higuera, pasando por cala Tomate. Si se quiere apreciar uno de los cursos de agua más importantes del Parque Natural, el ‘Sendero río Alías’ es la ruta perfecta, en la que también se puede contemplar el alto número de especies faunísticas e importantes formaciones geológicas; aunque si lo que interesa al usuario son estas formaciones naturales, imprescindible resultará el ‘Sendero de mesa Roldán’, donde además se puede visitar esta batería del s.XVIII.




Más histórica, pero de idéntico interés, es la propuesta de la ‘Vía verde de Lucainena a Aguamarga’, donde a través de algo más de 8 kilómetros se podrá caminar sobre los diferentes rastros industriales  que impulsaron la economía almeriense. Por otro lado, el ‘Sendero cortijo el Fraile-Montano-Hornillo’ también permitirá realizar una ruta con un plus de cultura, en donde se podrán visitar los aljibes, pozos y balates que salpican el recorrido, o el ‘Sendero cerro El Cinto’, para recrearse con el pasado minero de la industria aurífera de Rodalquilar.


La naturaleza volcánica del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, reconocido como Reserva de la Biosfera y Geoparque, será especialmente apreciada desde el ‘Sendero caldera Majada Redonda’, cuyo inicio se marca en la barriada de Las Presillas Bajas, discurriendo por casi 3 kilómetros hasta el centro de la caldera volcánica, de 486 metros de altitud. Asimismo, otros senderos como el de ‘Las Amoladeras’, ‘El Pocico-Las Marinas’, ‘Los Genoveses’ o el de ‘Vela Blanca’ servirán de buena referencia para disfrutar de la viva naturaleza de la zona, con la presencia de aves como alcaravanes, cogujadas, terreras y alondras de Dupont, y ecosistemas únicos como el azufaifar. 


Finalizando la oferta, los senderos de ‘Escullos-Isleta del moro’ y el de ‘Escullos-Pozo de los Frailes’, nos llevarán hasta las arraigadas tradiciones y belleza sin igual de estos núcleos urbanos.


 


Dificultad media-baja


Entre el Playazo de Rodalquilar y la cala de El Cuervo -Las Negras- se localiza el ‘Sendero de La Molata’, trazado como un lugar estratégico para apreciar desde sus acantilados la variedad ornitológica de la región. El ‘Sendero Requena’ por su parte acerca al visitante hasta una de las formaciones de palmito más densas e importantes del espacio, sin dejar tampoco de lado las impresionantes vistas que se otean desde su punto más alto.


 


Dificultad alta  


Marcado como un recorrido sólo aconsejable para expertos, el ‘Sendero San Pedro-El Plomo-Aguamarga’ se alza sobre los acantilados del litoral como uno de los más espectaculares del Parque, permitiendo descubrir calas aisladas, los restos del Castillo de San Pedro (s. XVI) o maravillosas poblaciones costeras. 



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