El Supremo eleva la pena al asesino de Rosa Galera

El Tribunal Supremo ha elevado la condena a impuesta a la expareja de Rosa Galera, asesinada en Fines en 2011, al estimar el recurso presentado por el representante de la familia tras la reducción de la condena de 21 años y 6 meses de cárcel a 20 años dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en 2014.

De este modo, el asesino confeso de la joven, Óscar P.F., tendrá que cumplir veintiún años y seis meses de cárcel, idéntica pena a la impuesta por e jurado popular durante el juicio contra la expareja de la víctima que tuvo lugar en 2013.

Reducción de condena

La condena fue posteriormente rebajada por el TSJA al considerar que la pena por tenencia ilícita de armas fue “arbitraria” por no tener en cuenta que fue su “propia declaración” la “única razón” por la que pudo ser considerado culpable de este delito, imponiéndole así un año de cárcel frente a los dos años y seis meses que fijó la Audiencia Provincial de Almería por este delito.

Ahora, el Tribunal Supremo ha considerado el recurso presentado por el letrado de la familia, Alfredo Najas de la Cruz, anulando la sentencia dictada por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que estimó parcialmente los recursos presentados por Óscar P.F. y Francisco J.R., éste último acusado de encubrir el crimen.

El fallo del Tribunal Supremo, al que ha tenido acceso La Voz de Almería, eleva así la condena a Óscar P.F. como autor de un delito de tenencia ilícita de armas del año de cárcel impuesto por el TSJA a una pena de 2 años y 6 meses de prisión a la que hay que sumarle la condena por asesinato de 19 años de cárcel.

Atenuantes inválidos

El documento censura la valoración “en exceso” del testimonio del asesino por parte del TSJA que desembocó en la reducción de pena, considerando que “no es plenamente aceptable” la hipótesis de que el delito no se habría descubierto sin la confesión de Óscar P.F. “Esos atenuantes no se le pueden aplicar porque no colaboró y por consiguiente no se le podía aplicar atenuante alguno”, defiende la defensa de la familia. De hecho, el Tribunal Supremo aclara que aún sin su colaboración, los hechos se habrían acreditado con pruebas como las conclusiones de la autopsia que delataban el uso de un arma de fuego o con el informe de balística.

Además, considera que “el hecho de que no entregara el arma o indicara su paradero el acusado, no excluye que se halle a su disposición todavía o en manos de terceros, conservando el peligro genérico o comunitario”. La desaparición de Rosa Galera fue denunciada el lunes 30 de mayo de 2011. No fue hasta el 2 de junio de ese mismo año cuando su cadáver fue hallado en una rambla de Tabernas tras la confesión de su expareja.