Níjar

La Junta impide una finca de olivos en el Parque Natural y le abre expediente

Argumenta que no hay agua suficiente y que no son árboles propios de la zona

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Europa Press
23:43 • 19 abr. 2015

La Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta ha acordado incoar expediente sancionador por un plantación de olivos localizada en el conocido como paraje El Ricardillo,  entre Las Negras y la Cala de San Pedro, en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar.
La Junta dice no a estos olivos arguyendo la misma razón que esgrimen los que rechazan la macroplantación de olivos en Tabernas, la poca agua.  Razón que no impidió a la misma delegación otorgar la licencia a la plantación de miles de olivos sobre la que recae la sospecha de ayudar a secar el acuífero del Río Sorbas, y con él, su manantial del Río Aguas. 




La administración autonómica considera además en este caso del Parque Natural que “un cultivo de olivar en régimen de secano”, resulta “incompatible con la conservación de los recursos naturales” del espacio protegido, por lo que a su promotor le fue denegada la autorización en virtud a un informe del director conservador en diciembre de 2013.

Año 2013    La resolución por la que se le denegó la plantación de olivos en este paraje, fechada el 16 de diciembre de 2013 indica que la superficie en la que se pretende llevar a cabo el cultivo “coincide con la estepa cerealista en la que se está regenerando el matorral propio del lugar” y remite al régimen que rige para las zonas calificadas como B2.





Alude a que la normativa ambiental del parque fija como prioritario a tener en cuenta”  “los efectos de la implantación sobre los valores paisajísticos y estima que un cultivo “arbóreo como el propuesto afectaría al paisaje semiárido de la estepa cerealista y de matorral”. El informe desfavorable remarca que, en el parque natural, puede considerarse “tradicional” el olivar “adehesado, ocupando zonas de compensación hídrica como márgenes de ramblas, vaguadas, fondos de barrancos y cañadas aterrazadas”.





Al tiempo, asegura que fuera de estos terrenos, los cultivos arbóreos “no pueden considerarse tradicionales por su inviabilidad técnica debida a un déficit hídrico severo”, por lo que, en su lugar, se ha presentado la estepa cerealista.
“Para el olivar se estiman los requerimientos medios de agua en 5.000 metros cúbicos por hectárea y los cambios de uso de secano a regadío solo se consideran compatibles en zonas C1 y C2”.








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