El desvío de los camiones al puerto causa un caos en la circulación

Las obras de soterramiento al puerto de Garrucha para camiones de gran tonelaje siguen dando problemas, que lógicamente se acrecientan al acercarse la época estival.   Uno de los incidentes acaecidos ayer por la mañana tuvo lugar cuando los camiones que acarrean el yeso, desde las canteras de Sorbas hasta el puerto garruchero, se encontraron  el último tramo de carretera de acceso hasta el muelle comercial de dicho puerto cortado por el ayuntamiento de Vera.

Esta decisión se iba a tomar a partir del lunes 18, ya lo comentó la consejera de Fomento en su reciente visita a las obras de ese acceso soterrado, en un acuerdo llevado a cabo para no molestar más a los vecinos de viviendas que soportaban el ruido diario de más de mil viajes de esos camiones de gran tonelaje. Pero al sorprenderse por ese cerramiento, muchos camioneros se oponían a pasar por otro desvío alternativo que, según ellos perjudica bastante a los vehículos que acceden por él ya que deben realizar un giro exagerado cuando van precisamente cargados al máximo.

Caos circulatorio Ante esa negativa y el caos circulatorio que presentaba la zona de acceso hasta el puerto, tuvieron que acudir Guardia Civil, Policía Local y Guardia Portuaria, que se han encargado de regular provisionalmente el tráfico y convencer a los camiones. Al final han ido accediendo, la mayoría desplazándose hasta el cruce de las Buganvillas, recorriendo más espacio pero evitando el giro peligroso del que hablan.   
  

Ahora se trata de dar solución a las reivindicaciones de esos conductores, una vez desviado el tráfico de la carretera que pasaba junto  las viviendas que soportaban el ruido de ese tráfico de camiones,  y se han tomado como medidas, la colocación de un semáforo portátil en una calle que accede de uno de los barrios de la localidad  hasta la carretera de entrada a Garrucha procedente de Vera, la colocación de otro semáforo junto a una de las puertas del mercadona y van a quitar un trozo de bordillo y acera para que el giro de los camiones sea lo más leve posible.
  

Todas estas soluciones provisionales no van a impedir que en los meses estivales, con la afluencia de turistas hasta el municipio garruchero, existan verdaderos problemas para acceder hasta la localidad por la carretera de Vera, atisbándose que habrá días que las colas podrían llegar hasta varios kilómetros en esa carretera Vera-Garrucha.  Los técnicos comentan que ahora mismo no hay  otras opciones, se verá cuando avancen un poco más las obras, actuando en consecuencia viendo lo mejor para el tráfico y los vecinos.