Francisco Villegas, políglota y guía que ha dado la vuelta al Europa

Si hay un ejidense comparable a Phileas Fogg (el protagonista de “La vuelta al mundo en 80 días”, de Julio Verne”), ese es Francisco Manuel Villegas. Empezó a estudiar Filología Eslava en Granada y el segundo año se fue a Rusia (Moscú e Izhevsk). En 4º, su destino fue Heidelberg (Alemania). Después hizo Ciencias Políticas de la Administración, en su rama de Internacional, lo que le llevó a Polonia (Varsovia).

El siguiente año lo llevó a Moscú, de nuevo, y después a Viena. La beca Talentia ( Junta de Andalucía) fue su siguiente paso, poniendo rumbo a Londres y más tarde a Praga con la OSCE (con quienes había estado en Armenia haciendo un curso de observación electoral). Y posteriormente a Ucrania, coincidiendo con la guerra de Crimea. “No le dije nada a mi madre para que no se preocupara”. Esa última experiencia le gustó mucho, al igual que su estancia en Bruselas en la oficina que la Junta de Andalucía tiene allí. “Me presenté a esa oposición casi de casualidad, de hecho ya tenía el billete para pasar unas vacaciones en Washington. Trabajar en la Unión Europea fue fantástico para él. “Aunque me decepcioné un poco de ver cómo se tratan ciertos temas”.

Francisco Manuel Villegas quiso aprovechar la experiencia adquirida en Rusia, el dominio del idioma y su conociento en cuanto a la cultra del país, para fundar su empresa ispansking.com. “Después de mi estancia en Bruselas, quise venirme a casa y se me ocurrió esa idea. Yo mismo hice la web en 2013”. Él quería aprovechar el acuerdo que en ese momento el Patronato de Turismo y Natalie Tours cerraron para que turistas de Rusia vinieran a Almería a través de vuelos directos desde Moscú. Se dio de alta como guía turístico y creó una serie de rutas, “incluso fabriqué un recetario de aquí, en ruso, para darme a conocer”.

El trabajo era de campo: iba al aeropuerto siguiendo el horario de los vuelos, se enteraba de los hoteles en los que se alojaban los visitantes, y les preparaba las excursiones. “Ellos estaban muy descontentos con la oferta actual. Se aburrían con los guías preestablecidos ya que no les hablaban de la historia y de anécdotas de Almería, aunque tenían conocimiento de un túnel que se estaba construyendo y que conectaría Almería con Barcelona” (ríe). Volvían a su país sin saber  ni siquiera lo que era La Alcazaba, por eso el ejidense les ofreció una valiosa alternativa, aunque la experiencia duró poco ya que se cortaron los vuelos de Rusia a Almería. 

El Ejido
A pesar de ello, y gracias a su dominio del inglés, francés, alemán, ruso, servo-croata, polaco y un poco de checo, Francisco ha ejercido de guía turístico con grupos de extranjeros, descubriéndoles los encantos del Poniente. “Nosotros estamos acostumbrados a ver los invernaderos y los secanos, pero ellos disfrutan mucho de esos paisajes. Los subía a Torrelaguna y les explicaba qué era cada cosa. También los bajaba a Almerimar para que pasaran una agradable jornada paseando y comiendo”. Ahora su empresa ha girado hacia la enseñanza y los cursos. 

Rusia
Desde que él fue por primera vez en 2001 hasta ahora, el país ha cambiado mucho. “El tópico de la policía corrupta se ha paliado un poco, pero sí que es cierto que si tienes un problema, intenta resolverlo tú porque a veces no te ayudan demasiado, o acude al consulado. Es cierto que yo, al hablar ruso, no he tenido ninguno de los problemas que suelen tener los turistas. Es una ciudad segura. En Madrid dudaría si coger el metro de madrugada, pero en Moscú es algo normal. Nunca he visto una pelea o un robo”. 

Los recuerdos son inevitables, y más a tanta distancia. “En Bruselas sí que me he encontrado a gente de aquí. En una ocasión me topé con varios de Adra”. Y asegura que las abuelas rusas le recuerdan a las españolas. “Esa estampa de la señora mayor pagando en el supermercado con su monedero... o sentadas en un parque. Me recuerda a una situación habitual en el Mercadona de aquí o en la Plaza Cervantes”. Hablando de supermercado, Francisco se lleva siempre embutidos y atún, aunque asegura que ahora encuentras de todo. “Han pasado del comunismo al capitalismo extremo. Aquí hay un centro comercial que incluso tiene un géiser dentro”.