Roquetas de Mar

Experiencia en una clase para aprender para qué sirve y cómo amar la Robótica

El doctor en Robótica e ingeniero informático, Ramón González, visitó el centro educativo

Los alumnos del centro aprendieron con la actividad organizada.
Los alumnos del centro aprendieron con la actividad organizada.
La Voz
19:39 • 17 ene. 2016

Dentro del Proyecto de Robótica que se está impartiendo en las aulas de primer ciclo de Primaria en el CDPC Portocarrero, en Aguadulce, Ramón González Sánchez, doctor en Robótica e ingeniero informático por la Universidad de Almería, visitó hace unas semanas el centro educativo.




Para la ocasión, las instalaciones fueron invadidas por robots construidos con materiales de reciclaje por los propios alumnos del Portocarrero.




Retos que superar
Según se ha destacado desde este mismo centro educativo, Ramón González tenía cuatro retos difíciles de conseguir, el auditorio al que iban dirigidas las charlas no era al que él estaba acostumbrado.




El primer reto fue con los pequeños de Educación Infantil, jugando y disfrutando con ellos explicó qué son los robots. Siendo uno de los más complicados, lo superó sin problemas, el alumnado estaba impresionado al presentarle un robot que se utiliza didácticamente para trabajar las emociones.




El segundo reto fue dirigido al alumnado de primer ciclo de Primaria. La curiosidad en todo momento estuvo presente, ya que el invitado supo transmitir a los chicos y chicas su pasión por la robótica.




Los dos últimos retos estuvieron dirigidos a los alumnos de Secundaria y Bachillerato. El doctor en Robótica e ingeniero informático profundizó aún más en los mecanismos de la Robótica y sus múltiples utilidades, sobre todo su uso en personas discapacitadas. Explicó de forma detallada, pero muy didáctica, su trabajo en el MIT y colaboración en la NASA, lo que suscitó el interés y admiración de los jóvenes.




La humildad, sencillez, esfuerzo y trabajo de un niño que desde pequeño contemplaba las estrellas y devoraba libros de astronomía, fueron  sencillos trazos del lienzo que quiso dibujar al alumnado para que vieran, como dice el propio Ramón González, “que la vida no es sueño, la vida no es sombra, la vida es real; la vida es un lienzo donde cada uno elige la paleta y los pinceles con los que colorear, cada uno elige ser un Picasso, un Goya o un Dalí”.




Sin duda, una experiencia y actividad de aprendizaje que los alumnos del Portocarrero no olvidarán.



Temas relacionados

para ti

en destaque