Un partido para mirar de cerca el play off

Sumidos en la mediocridad, sufriendo hasta el minuto noventa del último partido de la última jornada, este ha sido el calvario que ha tenido que padecer la afición rojiblanca durante las tres campañas anteriores en Segunda División.

Afortunadamente para el balompié almeriense este año se ha hecho la luz para la Unión y hoy se ha conseguido el gran objetivo de la campaña, la permanencia, y hasta que el Almería pueda mirar con descaro hacia la zona alta de la tabla.

Con estos antecedentes se podía pensar que una vez consolidado en la categoría el vestuario que dirige Fran Fernández podría verse afectado por el vértigo de rondar por las alturas de la tabla. El partidazo de Tenerife echa por tierra estos malos augurios y demuestra que el grupo de Fran tiene fe ciega en sus opciones de dar la sorpresa y meterse entre los seis mejores de la Liga.

El Almería-Oviedo es uno de los partidos con mayores alicientes para la hinchada rojiblanca de cuantos se han disputado en el presente curso en Segunda. Primero porque es un duelo directo entre dos equipos que buscan lo mismo, pero con exigencias diferentes. Para el Almería meterse en los play-off es un sueño y un premio gordo impensable al comienzo del campeonato. Para el Oviedo una obligación, no clasificarse entre los seis primeros de la Liga sería un gran fracaso para la entidad carbayona.

Antes de este choque el Almería está un punto por debajo del Real Oviedo. Ni almerienses ni asturianos pueden aspirar al ascenso directo, pero si tienen relativamente cerca a Cádiz, Mallorca y Málaga. Teniendo en cuenta que estos dos últimos conjuntos, inquilinos de los puestos quinto y sexto, se enfrentan en La Rosaleda como teloneros del duelo del Mediterráneo, si los de Fran Fernández ganan se colocarán, como máximo, a cuatro puntos de la promoción.

En el caso del Oviedo se quedarían a tres puntos o incluso a dos. Todo ello otorga al duelo del Mediterráneo el carácter de finalísima. El encuentro será dirigido por Sagués Oscoz, colegiado perteneciente al Comité del País Vasco y que este domingo se estrena dirigiendo al Almería en la presente campaña liguera en la que ha pitado18 partidos con nueve triunfos locales y 4 visitantes. tiene 38 años y cumple su séptima temporada en Segunda División, con un curso (2010-11) en Primera. Estará ayudado en las bandas en el Mediterráneo por Huerga Cermeño (Vasco) y Canales Cerdá (Valenciano). El cuarto árbitro será Chavet García (Andaluz).