La salida de Fran Fernández de la entidad almeriense parecía que debía conducir a un divorcio total sin opción de marcha atrás entre presidente y afición. Nada más lejos de la realidad. El pasado domingo, los más de cuatro mil seguidores del cuadro rojiblanco que acudieron para presenciar el duelo de trámite ante el Alcorcón, no se acordaron para nada ni de Alfonso García ni del entrenador. La mejor de las señales de que la hinchada ha recibido con resignación el cambio de inquilino en el banquillo local del Mediterráneo y de que ha aceptado que se ha tratado de una decisión personal del técnico, que tiene la opción de entrenar a un equipo con mayores aspiraciones y un mayor presupuesto, y lo va a hacer a partir de mediados de julio, cuando comience sus actividades de campo en su nuevo club, junto a su segundo Jesús Muñoz, y al preparador físico, Víctor Fortes.
Especialmente trascendente se me antoja la no continuidad de un Víctor Fortes que ha sido el encargado de surtir del mejor combustible a los motores de los futbolistas. Hasta el punto de conseguir que cinco jugadores de campo hayan soportado sin pestañear el jugar 38 partidos y otros tres superar la treintena. Además el porcentaje de dolencias musculares ha estado absolutamente por debajo de lo que suele ser normal en los equipos.
Pero la vida sigue, hay que mirar hacia atrás sin ira y hacia delante con ilusión, la que puede generar el gran trabajo realizado por Miguel Ángel Corona e Ibán Andrés el pasado verano para conseguir hacer un equipo nuevo de la máxima competencia, aunque luego en enero, no dieron con la tecla de lo que el equipo rojiblanco demandaba.
Especialmente complicado será sustituir a Álvaro Giménez y Juan Carlos Real, autores de 28 de los 48 goles del equipo. Casi el sesenta por ciento de los tantos a favor.
En otro orden de cosas, en la categoría se ha recibido con preocupación la posibilidad de que la próxima temporada no se implante el VAR en Segunda, algo sobre lo que alertó la pasada semana el presidente de la Española. Sería una pésima noticia para una división en la que el nivel del arbitraje está bajo mínimos. Lamento el fallecimiento de Nacho López Gay, compañero y amigo. Comparto el dolor con su familia.
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