El Almería resucita casi dos meses después de la mano de un gran Lazo

Tras acumular seis partidos sin conocer la victoria no era un momento para inventar, ni para buscar el lucimiento, sino sólo para sumar los tres puntos. Así lo hizo y, por consiguiente, misión cumplida.

El partido ni fue brillante, sobre todo en sus primeros sesenta minutos. Los locales jugaban bajo la presión de venir de una mala racha y teniendo que superar a un rival cuya misión prioritaria era no dejarlos hacer. La consecuencia fue la falta de brillantez del juego, imprecisiones y escasez casi total de disparos.
Ante esta situación había que tener paciencia, no perder la cabeza y tener siempre presente que el camino más recto para ganar era no encajar. En este sentido el grupo de Pedro Emanuel realizó un gran y eficaz trabajo colectivo .  

Otra vez la estrategia dio sus frutos. Un córner de lujo, penalti y gol de Darwin Núñez que estrenó de una tacada titularidad y gol, un tanto con dedicación al técnico.
El Extremadura se ve obligado a cambiar de guión. Su técnico realizó tres cambios ofensivos en el intervalo de 8 minutos, lo que  bajo la intensidad de su presión lo que aprovechó Lazo, el más listo de la clase, para hacer dos goles, el segundo magistral, que le coloca con 3 tantos tras la huella del Pichichi Sekou que no se vistió de corto. La mejor prueba de la bondad del trabajo realizado por el equipo hasta el minuto 92 fue que cuando se relajó encajó dos goles en dos minutos.

Entonces volvió a ponerse de manifiesto que el Almería no se rinde y lejos de mostrar temor se fueron a por el cuarto, que estuvo cerca, en el partido ante el Extremadura en el Estadio Mediterráneo.