La vida y la obra de Pepe Meca

Pido justicia para éste hombre que llegó y se fue criticado del Poli Almería. Hizo cosas malas y buenas, pero a los pocos meses de llegar a la capital con una categoría y un nombre para el nuevo Almería; ya pedían su cabeza. Era y es José Meca Hernández un luchador que se hizo a sí mismo entre los montes de Fernán Pérez y pasó de llevar un rebaño a vender pisos, a construirlos y hasta dirigir un vestuario con lo que ello implica.

Tributo a Meca

Se encendía cuando le buscabas las cosquillas y nadie lo podía frenar. Hablaba claro y no dejaba títere con cabeza cuando alguien osaba rajar de su Poli que tanto amaba.

Pepe Meca se vino criticado de Campohermoso por echar una mano al fútbol capitalino y así siguió entre polémicas de despacho y de vestuario, sin que nadie le reconociera que dio fútbol a la capital y cargó con la cruz de llevar al Poli por los siglos de los siglos. “El Poli es el heredero de la Agrupación y será lo que quieran sus socios”, dijo en el Aula de Cultura de la Caja de Ahorros ante la mirada de Bernabé Navarro y Román. Dejaba claro que estaba ‘tieso’ y que afrontaba el reto con enormes ganas de trabajar, pero sin ser un mecenas.

Meca no engañó a nadie y les dijo a la cara a los aficionados que tenía “una directiva dispuesta a trabajar por el Poli sin límites. Almería recibía al nuevo club con dudas por la falta de patrimonio del que muchos esperaban fuera un mecenas del fútbol.

Sin capote

Entrevistar a Pepe Meca era comer jamón. A la primera pregunta ya te lo contaba todo y sin pelos en la lengua. Nunca tuvo capote para los temas más espinosos y cuando ponías la radio y salía Meca se paraba el mundo porque decía verdades como templos y a más de uno dejó  con el culo al aire y se quedaba tan pancho. Puro Meca.

Bernabé Navarro duró poco en aquel Poli y su baja la acusó Meca, ya que solo él podía calmar y asesorar al presidente ante la prensa. Román le dio un curso acelerado de fútbol pero, ni por esas, Meca era Meca y nadie podía con él. A tumba abierta y sin capote. Hablaba claro a la afición y a los profesionales.

Nunca le supimos agradecer todo lo que hizo por el Poli y por los que nos dedicamos a la información deportiva: la de titulares que nos dio.

Amor al Poli

Si escuchaba una voz más alta que otra en contra del club que fundó te podías preparar ya que el amor a su club era infinito y no permitía a nadie que se manchara su nombre.

En las distancias cortas Meca era un hombre humilde y sencillo que vale la pena conocer. Su amor al Poli le traicionaba. Podía con él.

En manos de Orta

Un 24 de enero de 1988 aparecía en LA VOZ la venta, cesión o traspaso del Poli Almería desde su fundador, José Meca, a un Miguel Orta ilusionado con aquella entidad que militaba en Segunda B y que tanto Meca como Orta querían llevar a la categoría de plata.

Se hicieron una foto con el típico apretón de manos y a los pocos meses estallaba la guerra entre ellos por impagos y pactos no cumplidos. Un día en la prensa Pepe y al siguiente Miguel hablando de cantidades, mientras el equipo se desangraba entre denuncia de impagos y pérdida de partidos. La deuda del Poli ya estaba en boca de todos y Orta fue metiendo dinero hasta que su patrimonio entró en peligro y tuvo que pedir ayudas. Gómez Pomares salía al rescate de un equipo ya en Tercera y con la imagen muy dañada en la calle y con otro Almería en las narices.

Al rescate

El Club Polideportivo Almería siempre tuvo un ángel de la guarda que le salvaba de todo mal, hasta que tocando fondo con la marcha de Gómez Pomares y sin candidatos a la presidencia, en los despachos de la Federación ante la atenta mirada del presidente, Nicolás Uclés, volvía a escena Pepe Meca pero no como la cabeza visible: ya que puso al frente de la entidad a un Pedro Antonio de Alarcón que tenía muchas ganas de levantar al club pero poco dinero para hacerlo. Ellos dos tiraron del carro y formaron una junta directiva con hombres y sin nombres para seguir adelante con la Segunda División B que era la categoría que les entregó Gómez Pomares.

Con más experiencia y con un Almería Ceefe en Segunda División no dudó en tirar hacia adelante y no dejar títere con cabeza cuando hablaba de la directiva que siempre consideró rival: la de Blanes.

Su última misión

El último Pepe Meca que se conoce ligado al fútbol data de aquel invierno de 2001 cuando se fundo el Almería Unión. Allí estaba él como fundador del Poli con Blanes que hizo el Almería CF. Un apretón de manos con una camiseta rojiblanca y hasta el día de hoy.

El Poli de 1983 sigue vivo gracias a Pepe Meca que se supo mover en los despachos para que no desapareciera del mapa. Nicolás Uclés puede dar fe de ello, ya que pasada la fiebre del nuevo Almería volvía a competir aquel Campohermoso de 1982 que se hizo Polideportivo Almería en 1983 y hasta nuestros días.