El examen que tanto quería Gomes

La UD Almería no era el favorito para pasar a octavos de final de la Copa del Rey, y esa liberación que produce el hecho de no estar obligado fue el detonante del partidazo de los rojiblancos. José Gomes ya anunció en diciembre que le gustaría enfrentarse a un Primera División para calibrar el estado de forma de sus jugadores. No fue un mensaje vacío, sino que detrás llevaba su carga, un contenido, un trabajo detrás. El Deportivo Alavés, un equipo de élite contrastado y que va a celebrar su Centenario en pocos días, apostó por las rotaciones con su nuevo entrenador, Abelardo Fernández, mientras que el Almería sacó toda su dinamita.

Después de tropezar en Liga frente a dos rivales directísimos como RCD Espanyol (2-1), y RCD Mallorca (0-1), en el vestuario buscaban reaccionar y dar un golpe en la mesa. Este año la Copa del Rey no es un problema, sino que ofrece soluciones y posibilidades a una plantilla que llega, de momento, hasta treinta deportistas.  

Adaptación
El Almería avanzó ante L’Hospitalet en un campo de césped artificial y en el hielo de Los Pajaritos, contra el Numancia. En la alfombra del Mediterráneo superaron al Deportivo Alavés no solo en el marcador, sino en todos los aspectos del juego. El despliegue futbolístico que enamora a la categoría de plata y ahora también en una nueva competición, hace creer a los profesionales del club en un 2021 que ha empezado con buenas sensaciones y marcadores positivos.

El objetivo es mantenerse en la cresta de la ola, porque Gomes no le ve techo a sus hombres. El Alavés, con una escuadra llena de calidad, no encontró el camino para hacerle daño al Almería en Copa, y solo pudo rendirse ante el fútbol de quilates ofrecido por el adversario. El triunfo también tiene su recompensa en los que disputaron las dos primeras rondas y lucharon en campos a los que no estaban acostumbrados. Sobresaliente en el examen que tanto quería el míster.