Appiah no es Carmen Mola, es ‘Eli Zorra’

En el Norte todo parece más difícil para el Almería y en la visita a Gijón no iba a ser diferente. A los jugadores de Rubi les ha costado 15 minutos que alguien dijera su nombre durante el encuentro y 25 hacer algo más que correr detrás de la pelota sobre el césped de El Molinón. 

Es lo que ha tardado Sadiq en dejar claro, aunque ha sido en fuera de juego, que a veces es el único capaz de quitarle el aburrimiento a un equipo que parece por momentos volverse a perder como ya pasó con Gomes y Guti, aunque esta vez antes de tiempo.

Él y Fernando, que se ha ganado el jornal siendo el Santo de siempre, han sido lo único salvable de un partido tan malo o peor que el del Leganés, con la diferencia de que allí Portillo acertó pronto y hoy todos parecían llevar encima una maldición lanzada por el apartado párroco del Sporting en venganza contra Rubi.

Pero si hay un nombre propio tras el partido ese es el de Appiah. Si Carmen Mola sorprendió a media España haciendo ver que la empoderada mujer detrás de los libros era en realidad una santísima trinidad formada por tres hombres, Appiah nunca podrá decir que sorprendió a nadie, pues lleva tres años en el Almería (y uno en el Lugo) demostrando lo mismo: que es intrascendente y capaz de hacerle la competencia a quien escribió Eli Zorra cuando se trata de esconderse y no aparecer jamás.

El inglés nacido en Amsterdam tiene la misma repercusión en los partidos que Pedro Sánchez en una reunión con Joe Biden a ojos del resto (no de Iván Redondo) y así lo hace evidente cada vez que Rubi le da una oportunidad y este la desaprovecha. Si no eres Benzema y juegas en la delantera, los goles tienes que llevarlos puestos y no sumar ninguno en 10 partidos es para que Turki te cite en Twitter, más si has costado 10 millones y en tus otras tres temporadas en España lo único que has hecho que motive a la afición es decir que te quería el Manchester United.

Pero la reacción de Rubi ha servido para sentar a Appiah y que salten al campo Lazo y Dyego Sousa con los tres puntos bajo el brazo y volver a dejar claro que el Almería es de los grandes, pues solo estos pueden permitirse desaparecer 90 minutos y arreglar el entuerto en un par de ellos como el que no quiere la cosa.