¿Tiene vida el ataque indálico sin Sadiq?

Los números son la esencia de la matemática que está considerada por todos como una ciencia exacta. No mienten y quitan y ponen rey de manera totalmente objetiva, lejos de subjetividades.

Y es en los guarismos de la entidad rojiblanca y de sus futbolistas en los que está cimentada la pobre cifra anotadora del equipo en sus dos últimos compromisos ante Cartagena y Elche.

Nuestro líder indiscutible en ataque es Umar Sadiq, que ha marcado 8 tantos y ofrecido 7 asistencias. Su ausencia tenía que notarse y se ha reflejado en que los de Rubi sólo han marcado un tanto en sus dos últimos compromisos.

Pero no debemos olvidar que ambos duelos los ha mantenido el conjunto almeriense en situación precaria el primero y en pleno proceso de recuperación de efectivos, sobre todo desde el punto de vista físico, el segundo.

Ausencia

Se pensaba que la ausencia del internacional nigeriano podría ser cubierta con éxito por los otros dos arietes del equipo. De una sola tacada las dos opciones se han esfumado. Manteniendo su trayectoria desde que diera comienzo el campeonato, ambos volvieron a caer lesionados. Villar en el calentamiento; Sousa cuando sólo llevaba en el campo 9 minutos.

Cuando la Liga ha entrado en su momento culminante en el Almería se confirma que ni Sousa ni Villar son alternativas válidas para suplir a Sadiq, por sus problemas físicos. A las pruebas me remito. Sousa ha jugado 268 minutos de los 1890 de su equipo en los 21 encuentros disputados, es decir, un 14 por ciento de lo que podía. El caso de Villar es aún más negativo ya que sólo ha participado en 88 minutos, un 5 por ciento de los posibles.

Las tres contingencias, ausencia de Sadiq y lesiones de las dos alternativas, deberían de haber estado previstas por el club para incorporar de forma urgente un delantero centro que sirva de referencia al equipo. Mucho me temo, por lo sucedido en los dos mercados de invierno precedentes, que no llegue el refuerzo o llegue tarde.

El duelo ante Las Palmas, con seis bajas del primer equipo, es una prueba de fuego para conocer si el ataque del Almería tiene vida sin Sadiq.

Negativo

En las dos últimas confrontaciones la respuesta es negativa. El Almería ha sido como el buen estudiante que trabaja hasta dominar la materia de examen pero que a la hora de la prueba se le queda la mente en blanco y suspende. Los almerienses jugaron para ganar, pero perdieron porque en el momento culminante del gol las piernas no obedecieron las órdenes del cerebro.

El primer tiempo ante el Elche fue para enmarcar. La defensa de cinco demostró un potencial ofensivo al que sólo le faltaron escasos centímetros para transformar el trabajo en gol. Marcó el más listo de la clase que ahora es el referente, Ramazani, con cinco goles y aún en proceso de recuperación física.

Defensivamente es de lamentar que dos de los tres goles encajados hayan llegado a balón parado con centros al segundo palo. Toca mejorar.

Pitará el madrileño Gálvez Rascón que dirigió el Almería-Huesca (0-0) y que no presencia ninguna victoria visitante desde el 12 de septiembre. Toda una incógnita. El VAR ya sirve para poco, sólo para los fueras de juego que sentencian las lineas.