Acabó una etapa en la UD Almería y empieza otra. En el Carlos Tartiere se bajó el telón de una obra maestra, espectacular, la de un equipo que batió casi todos los récords históricos del club y que consiguió una ventaja de puntos más allá de los 10, cifras que invitaban al optimismo moderado. Ese colchón sobre el que podían caer sin riesgo los rojiblancos se fue quedando en nada hasta que el sábado desapareció. No solo se ha perdido el liderato, sino que también una de las dos plazas de acceso directo a Primera División.
Mensaje
Terminada la etapa donde todo salía bien y los rivales ni se veían por el retrovisor, ahora toca empezar una nueva. Huir de los problemas que actualmente tiene el equipo sería un paso más hacia el fracaso. Por tanto, Rubi ya habló de “punto de inflexión” el viernes contra el Ibiza. Todo lo que sea no ganar puede poner más pierdas en el camino y ahondar más en la crisis de resultados en competición.
Juego
La puesta en escena del Almería ha pasado a ser previsible. Le falta profundidad en el juego y las bandas no desbordan. Además, no genera tantas ocasiones claras. Si esta plantilla tiene una virtud es verticalidad, aprovechando la velocidad y los desmarques de Umar Sadiq, pero entre la baja del nigeriano y este bajón de rendimiento los marcadores están sobre la mesa. Las lesiones y el Covid-19 también hicieron mella en el grupo.
Áreas
Es la palabra que más repite Rubi en sala de prensa últimamente. La debilidad en las áreas es otro punto clave. Los goles de Oviedo son consecuencia de falta de confianza, porque no es habitual que un jugador -Bastón- consiga disparar dos veces en área pequeña, aunque en la primera remató al aire. No le llegan mucho a Fernando, que apenas interviene, pero tampoco le hace falta demasiado al rival para marcar. El sábado Joan Femenías no tuvo excesivo trabajo. Y es aquí donde viene otro de los puntos donde el Almería se está desmoronando, y es el equilibrio. Los balones no llegan a los hombres de arriba ni se generan ocasiones, mientras que al adversario le basta con juntar líneas y esperar el error de los rojiblancos.
Rivales
No le tienen tanto respeto al Almería. Los resultados marcan tendencia y cualquiera que se enfrente ahora mismo al Almería sabe que tendrá muchas opciones si deja su portería a cero. En Oviedo los locales ganaron todas y cada una de las disputas de balón. La concentración también va unida con las dinámicas. La única vez que el Carlos Tartiere dudó fue con la entrada de Umar Sadiq. El atacante genera impresión cuando pisa campo contrario, convirtiéndose en la gran amenaza. Cuando las cosas van mal siempre se echa en falta al que no está.
Racha
La consecuencia del análisis anterior son los resultados. Un punto de quince posibles, dos goles a favor y ocho en contra hacen saltar las alarmas. Nadie duda del nivel y la capacidad del Almería. Si podido comandar la categoría todavía está a tiempo de recuperar el trono, pero hay problemas que deben remediarse cuanto antes. El apoyo de la afición y el entorno va a estar ahí siempre. Una mala racha entraba en el guion, aunque es el momento de ponerle ya una solución. A por ello.
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