El Sadiq que todos quieren

Solo consiguió una victoria, pero es el primer paso hacia una nueva escalada. La UD Almería recuperó sensaciones frente al Ibiza con un triunfo cómodo que se fraguó en la segunda mitad con dos penaltis y un contragolpe de manual finiquitado por el hombre de la noche: Umar Sadiq.

Hasta que se marchó con Nigeria a la Copa África el delantero combinaba actuaciones notables con otras que desesperaban a la afición. Con poca paciencia y a veces pecando de exceso de individualidades, no vivió una primera vuelta especialmente positiva, llegando a encadenar ocho encuentros sin marcar, lo que aumentaba la ansiedad de cara a gol.

El cambio
Sadiq es el jugador franquicia del club, el que puede dejar un traspaso millonario por su juventud, cualidades y talento. Ya en diciembre dio síntomas de regreso a su nivel marcándole a Zaragoza y Amorebieta.

Pero la convocatoria de su país para la Copa África terminó de dar un giro a su mentalidad. No llegó lejos en la competición, pero defender a Nigeria en el torneo más importante del continente era su sueño y lo pudo cumplir. En el Almería lo echaron de menos, algo habitual cuando no llegan los resultados. Y es que cuando las cosas no salen siempre se suele pensar en el que no está. Pues Umar Sadiq venía de viaje a España con la solución a todos los problemas.

Juego
Media parte en Oviedo con todo cuesta arriba. No apareció demasiado, aunque sí lo suficiente como para empujar al área a los locales solo con su presencia, y también dar un pase de gol a Ramazani. Pero cuando Sadiq dio un paso al frente fue el pasado viernes.

La segunda mitad que brindó el nigeriano a la afición y a sus propios compañeros fue una delicia. Ni rastro de aquel futbolista desesperado, que cogía un balón y se iba de frente contra el muro, ni tampoco se le vio el típico enfado ni cara larga al perdonar frente al arco rival. El delantero jugó liberado, concentrado, apoyándose en los compañeros, consciente de que es muy bueno, pero que puede ser mejor con un estilo más combinativo. Y si un deportista de la talla de Umar Sadiq se lo pasa bien, el rival sufre. Goldar y Gálvez, centrales de Ibiza, no soportaron el ritmo del nigeriano y cedieron ante su calidad.

Alegre
Provocó dos penaltis muy claros; uno por anticipación al portero Domínguez y otro por pura desesperación de Gálvez. La sociedad con Ramazani promete para próximas citas aunque el belga no viajará a Málaga por sanción.

Esta vez Sadiq sí se merecía el broche de oro. Culminó un contragolpe driblando al defensa y colocando la pelota en la escuadra. Lo celebró con felicidad yéndose a la zona de banquillos con Mohamed Adel, coordinador del primer equipo. 

Afición
Que la grada gritase: ¡Sadiq, Sadiq, Sadiq!, no es solo un gesto por su gol o rendimiento en el campo, sino que va más allá. El Pichichi almeriense ha vuelto con la solución a los problemas de los últimos partidos y mucho más implicado en la lucha por el ascenso. 

Con Dyego Sousa y Juan Villar como escuderos, el nigeriano busca disfrutar en el campo, hacer historia en rojiblanco y asimilar que el fútbol es acierto-error. Un jugador diferente, a veces trastabillado, pero es indiscutible en el Almería.