Pánico al descuento

El próximo rival de la UD Almería ha caído de la zona de Play Off justo en la semana en la que capitanes y entrenador hablaron firmemente de que el objetivo es clasificarse para luchar por la Primera División. También es el año del centenario de la SD Ponferradina y el club se ha propuesto hacer historia.

La visita al Mediterráneo es una gran oportunidad, como también así lo ven los rojiblancos, que no pueden ceder más terreno con Valladolid y Eibar en busca de las dos primeras posiciones. La Ponferradina cayó 1-2 con Las Palmas encajando dos goles en el tramo final. Primero en el minuto 86 y después en el 93, perdiendo los tres puntos en inferioridad numérica.

Lo malo

Pero analizando lo que le ha ocurrido al conjunto berciano en el segundo tramo de temporada basta con analizar que en las últimas cinco jornadas de Liga ha dejado escapar siete puntos, muchos para aguantar en la quinta o sexta plaza, que parecían seguras para los discípulos de Jon Pérez Bolo.

Echando la vista atrás, el Eibar también remontó un 2-0 adverso en El Toralín para empatar a dos yendo atrás en el marcador en el minuto 74. Fernando Llorente y Fran Sol rescataron un punto para el líder de la categoría. Una semana antes, en Santo Domingo frente al Alcorcón, otro jarro de agua fría para la Ponferradina, ya que tras ir con ventaja en el luminoso, Borja Valle de penalti dejaba al equipo de su tierra sin la victoria e igualarían a dos.

Por el otro lado, la Ponferradina ha conquistado 12 puntos en la recta final de sus encuentros tomando como referencia el minuto 70. Pero solo con el tiempo de descuento, logró sumar frente a Lugo, Mirandés, Huesca, y Real Sociedad B. Además, se llevó los 3 puntos a partir del minuto 80 ante Girona y Sporting, y salvó uno contra Valladolid y Amorebieta.

En definitiva, los dos últimos partidos en El Toralín dejan un déficit de cuatro puntos para la Ponferradina, situación que de haberla sabido gestionar le bastaría para ir navegando tranquilamente en plaza de Play Off. De cualquier forma, los bercianos aún no han dicho su última palabra.