Quedarte con uno menos en el tramo final de temporada es darle mucha ventaja a los rivales. Es por ello que la UD Almería dio por bueno el empate cosechado en Huesca porque Sergio Akieme y Juan Villar no terminaron el encuentro por sendas rojas directas.
Todas las expulsiones son evitables, pero de las cuatro que ha sufrido el equipo de Rubi en el presente campeonato hay dos perdonables. Una fue de Iván Martos en casa ante el Málaga; se le fue el control y tuvo que derribar a su adversario teniendo ya amarilla. Lo mismo ocurrió con Robertone en Lezama, cuando un atacante del Amorebieta iba camino de la meta de Makaridze y tuvo que frenarlo. Las otras dos, de Akieme y Villar, sí son dignas de estudio porque no eran jugadas de aparente peligro. De esta forma, el Almería se ha quedado en inferioridad en cuatro ocasiones. Curiosamente su rival del lunes, la Ponferradina, ostenta el récord.
El dato
El conjunto de Jon Pérez Bolo se presenta en el Mediterráneo con el registro más alto de tarjetas rojas de la categoría con nueve. Copete (2), Pascanu (2), y Espiau (2), son los más amonestados, seguidos por Naranjo, Saverio y Cristian, con una. Con siete vienen Fuenlabrada y Cartagena. Por su parte, Real Valladolid, Huesca, Tenerife y Girona han sufrido cinco rojas este campeonato. Con cuatro están Almería, Ibiza, Las Palmas, Eibar, Real Sociedad B, Málaga y Alcorcón. Con tres Amorebieta, Lugo y Leganés. Con dos Burgos, Mirandés, Real Oviedo y Real Zaragoza, y el récord positivo para el Sporting, solo con una tras 34 jornadas de Liga. En el Almería, siendo un equipo que controla mucho la pelota, no es muy preocupante el dato, sino la forma en la que sus futbolistas fueron demasiado pronto al vestuario.
Akieme y Villar fueron sancionados con un partido, por lo que volverán en el José Zorrilla frente al Real Valladolid. Hay que cuidar al máximo los pequeños detalles de los partidos.
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