¡No hay billetes!

Colas para conseguir una entrada las que se hacían a las puertas del Bar Toresano en la Calle Regocijos junto a la Puerta de Purchena. Eso eran colas para ver jugar a la A. D. Almería.

En los últimos partidos de Segunda en el Franco Navarro y en el choque frente al Castellón se buscaba al gerente de la Agrupación Deportiva Almería.

Era Paco Góngora la mano derecha de Alfonso García Sánchez para todo. Incluido el tema de las entradas que llegado el momento se desbordaba y solo Paco tenía la solución.

El gran gerente

Cómo sería la capacidad de gestión de Francisco Góngora Ramírez que metió en un campo de 15.000 asientos a 22.000 corazones rojiblancos: familias de directivos incluidas.

Paco Góngora me contaba que para tener contentos a los aficionados “hay que solucionarle sus problemas que son ver al Almería”, lo tenía claro, eso hacía y lo adoraban.

Soluciones

Los empresarios más fuertes de la provincia llamaban al presidente que les remitía a Paco Góngora con el comentario de: “te lo soluciona, seguro”. Llegó a pagar entradas de su bolsillo, así era Paco.

Tenía debilidad por los niños porque Paco Góngora venía del fútbol modesto y tenía claro que un niño viendo al Almería celebrar un ascenso era un abonado de por vida. Visionario siempre.

Real Madrid y Barça

Aquí a Paco le temblaban los bolsillos. Amigos, conocidos y aquellos que se le acercaban con los billetes de mil pesetas en la mano por una entrada para ver al Real Madrid o al Barça eran muy difíciles de parar.

Siempre tenía hilo directo con el jefe de taquillas y si Paco Góngora iba a por entradas las tenía. Luego no salían las cuentas y mas de uno entraba gratis. Paco lo ponía de su bolsillo y todos en paz.

El día del ascenso a Primera División las mujeres de los directivos y sus niños fueron las primeras en entrar al campo. Paco lo cuidaba al detalla y al final se hacían esta foto para la historia.

Las más bellas historias de la Agrupación Deportiva Almería me las contó Paco Góngora y me regaló el acta de constitución del Almería con las firmas de los presidentes del Plus Ultra, Pavía, Arenas y la suya como presidente de la Federación.

Para él no existió aquel famoso cartel de ¡No hay billetes!

Hoy toda Almería buscaría a éste hombre.

Está en el Cielo.