Hasta los nietos de Lalo son del Almería

La sombra de Eduardo Gómez García-Barbón es alargada en toda la provincia de Almería y en toda España porque fue un gran futbolista y mejor entrenador dejando un poso de señorío que hoy sigue propagando junto a los veteranos del Real Oviedo. Ha cumplido los 87 años y ha recibido un homenaje del club asturiano pero el legado de Lalo va más lejos de todo lo expuesto y se lleva en la sangre. Su hijo Antonio Luis que fue jugador profesional y militó en el Granada y Poli Ejido (entre otros), hoy es un fiel abonado del Almería con su niño y no se pierden un partido. Casado con una almeriense y afincado en Aguadulce es la conexión con el Maestro del fútbol.

La huella de papá siempre está presente y Antonio Luis que encontró el amor en Almería se quedó para siempre y en casa con su mujer y sus dos niños se habla del Almería para orgullo del abuelo Eduardo que salvó al Almería de bajar a la Regional Preferente cuando daba sus primeros pasos en el banquillo. Los 'Lalo' son del Almería y destilan sentimiento rojiblanco.

La sombra de Lalo es muy alargada en nuestro fútbol y Antonio Luis le cuenta a su hijo y a su niña todo lo que dio al fútbol un hombre que respetaba al jugador por encima de todo y que desde el banquillo era modelo para contrarios y estamento arbitral. Inolvidable su legado en Almería.

La huella de Lalo en el Almería

El Almería en la temporada 1974-75 cuando todavía pensaba como futbolista le llamó Antonio Franco Navarro para sustituir a Cayetano Re. Era un día 13 de diciembre y lo primero que hizo Lalo (venía de Murcia o Granada) fue ir a ver una velada de Boxeo a la Nave Deportiva Municipal de Almería. El boxeo era una de sus grandes pasiones. 

Con Lalo en el banquillo aquel Almería en depresión (por no lograr el ascenso a Segunda en la eliminatoria frente al Córdoba) empezó a despegar y se salvó del descenso a Regional. Lalo voló al Pontevedra para seguir creciendo como entrenador ya que la oferta económica del club rojiblanco no se acercaba a la de los gallegos.

Poli Ejido

Lalo no volvería a la provincia de Almería hasta la temporada 1991-92 tras ascender el Poli Ejido a Segunda División B. Sustituir al mítico Juan Manuel Tartilán y afrontar una temporada con obras en Santo Domingo no frenó al asturiano que puso boca abajo la categoría y casi asciende al club celeste a la división de plata.

Colaboró en la planificación de la plantilla y trabajó para el club celeste tres temporada inolvidables. Lalo venía avalado por el ascenso del Linares a Segunda y por su buen fútbol que dejó una huella imborrable primero en la tierra y luego en el césped de Santo Domingo. Hablar en El Ejido de Lalo siempre son palabras mayores. Su legado es inmenso.

Mármol Macael

Las nuevas generaciones no lo recuerdan pero en el único ascenso del Mármol Macael a la categoría de bronce, aparece la figura de Lalo como el brazo derecho de Antonio Oviedo. Un asturiano y un extremeño que dieron una lección en la Liguilla de ascenso alcanzando la gloria para el fútbol macaelense. Lalo hizo mejores a los jugadores de Oviedo desde el convencimiento y en los momentos de máxima tensión ponía sobre la mesa su sabiduría y templaba las gaitas como pocos. Aquel ascenso contó con su colaboración y los mayores de Macael no lo olvidarán jamás.

Real Oviedo

Lo mejor para Lalo es el contacto con el fútbol y sus gentes. El asturiano pasa sus días con la mejor compañía de los amigos de la Fundación del Real Oviedo en su ciudad. La familia siempre a su lado y ese baúl de los recuerdos interminable con sus sabias experiencias. Los 87 años son pocos para un Lalo que sigue al pie del cañón porque no entiende la vida sin fútbol. Nunca colgará las botas y sigue en el tajo.

El hijo

Antonio Luis tuvo la inmensa fortuna de conocer la vida y la obra de su padre y tenerlo como entrenador en el Poli Ejido en una temporada donde los celestes se asomaron a la Segunda División. Ser hijo del Míster no era fácil en El Ejido pero lo llevó bien.

Jugaba lo que decía su padre y sus habilidades chocaban con el eterno comentario de la grada de Santo Domingo en el sentido de ser titular por obra y gracia. Nada que ver con la realidad porque para hijo y padre no fue tarea fácil llevar el parentesco.

El Almería

Hoy que Lalo es reconocido por un Real Oviedo en el que dejó una huella imborrable, su hijo y sus nietos, sin olvidar a su nuera nacida en Abla y afincada en Aguadulce, viven el día a día del Almería con presencia en el Mediterráneo. Antonio Luis nos suele contar su impresiones en el Carrusel Deportivo y nos conecta con Lalo.

Su hijo lleva 7 años de abonado y no se pierde un solo partido del Almería. Ese bendito veneno del fútbol corre por las venas de los 'Lalo' y escuchando a Antonio Luis uno conecta con el Lalo de toda la vida capaz de resumir un parrido con tres palabras.

La huella de Lalo es rojiblanca.