Un partido para golear que termina en empate se puede definir con dos palabras: Segunda División, Porque la UD Almería se trabajó el choque desde el inicio desgastando al Sporting de Gijón, generando peligro, haciendo trabajar a Rubén Yáñez. Sin los nervios ni la tensión del mercado de fichajes, el equipo mostró sus virtudes y defectos, porque dar rienda suelta a la calidad también tiene sus peligros. Con un Édgar imperial manejando la medular, en cuanto Arribas, Melamed y Suárez consiguen conectar se nota la magia de la plantilla, aunque si el rival logra superar el filtro del centro del campo y romper al espacio, entonces la historia es otra. Porque el Sporting había estudiado bien a los rojiblancos con balón largo a la espalda de Kaiky y Chumi aprovechando la velocidad de Dubasin y Otero.
Maximiano tuvo que intervenir en varias ocasiones. Si había espacios tocaba pasarlo mal para no encajar. No ocurrió en muchas fases, pero sí suficientes como para poner tensión.
Calidad
El segundo tiempo fue del Almería. En cuanto abrió huecos y utilizó las bandas solo había que esperar ese punto de locura para marcar. Y llegó gracias a un robo de Melamed, continuidad de Robertone con centro para Centelles que no se lo piensa y bate a Yáñez.
Roto el hielo, abierto el marcador, camino del triunfo. Pero esta categoría también castiga el error y una mala entrega en campo rival provocó la contra del 1-1 con Dubasin al límite del fuera de juego, que sirve a Campuzano para marcar a placer. Solo así sufría el Almería, regaló la pelota y asestó el golpe de la igualada.
Mejor
Del 1-1 al pitido final un huracán rojiblanco. Al Sporting se le hizo cuesta arriba el descuento y si no llegó el triunfo local fue por la falta de contundencia frente a Rubén Yáñez, el mejor de los visitantes. Pubill, Baptistao, Suárez, Arribas... Todos tuvieron la gloria en sus botas para reventar de felicidad el Mediterráneo. No era el día cara a puerta.
Por tanto, el Almería se trabajó el partido, se adelantó, regaló una contra y se dejó dos puntos. Un ‘accidente’ porque con la cantidad de oportunidades no se tuvo ni que sufrir. El Sporting con la sensación de haber pescado frente al gran favorito gracias a su enorme esfuerzo defensivo, e incredulidad local. La portería se hizo pequeña y Yáñez demasiado grande. El camino hacia el triunfo en la categoría incluye momentos de disfrute, de calidad, y otros en los que cualquier error te cuesta puntos.
Línea
Pocos partidos más se le van a escapar al Almería si consigue cerrar más las líneas y limitar las pérdidas de balón innecesarias. Abrir la lata era lo más complicado, lo hizo, y después pagó no cerrar la noche del triunfo con el segundo gol.
Los rivales no van a conceder frente al que quizá sea el mejor ataque de la competición. Lamentarse de las ocasiones perdidas pero sin preocupación porque se generan. La afición ha visto a un equipo que propone, que es vertical. En cuanto al gol de Campuzano, Rubi no lo tenía tan claro, si bien las líneas del VAR dictan sentencia y no queda otra que agachar la cabeza. Para el línea Dubasin partía adelantado y la tecnología dijo otra cosa. Un empate que no vale para vencer, pero sí le marca el camino al Almería.
FICHA TÉCNICA
UD ALMERÍA Maximiano, Centelles (Langa, 89’), Chumi, Kaiky, Pozo (Pubill, 57’), Édgar, Melero (Robertone, 68’), Arribas, Arnau (Baptistao, 57’), Melamed (Milovanovic, 89’), y Luis Suárez.
SPORTING Rubén Yáñez, Cote (Pablo García, 60’), Diego Sánchez, Curbelo (Róber Pier, 70’), Guille Rosas, Olaetxea, Bernal (Campuzano, 81’), Nacho Méndez (Gelabert, 70’), Dubasin, Gaspar (Queipo, 57’), y Juan Otero.
GOLES 1-0, min 77: Centelles. 1-1, min 85: Campuzano.
ÁRBITRO De la Fuente Ramos.
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