Justo Sánchez: “Queremos que todo el que pase por la finca no se vaya”

¿Cómo se inició en el mundo del vino? ¿De dónde viene ese interés?
Todo comenzó en el 95, cuando tuvimos que dejar 3 hectáreas de invernadero en El Ejido por razones relacionadas con químicos y pesticidas.  Volví a Laujar, de donde soy, y decidimos comprar el terreno.
Laujar es tierra de vinos y en mi familia siempre hemos tenido una especie de tradición con él. Realmente de ahí viene el interés por poner en marcha la bodega.

¿Cuáles son las señas de identidad o la filosofía de la bodega?
Desde que empecé, siempre he intentado elaborar un producto de calidad respetando al máximo el medio ambiente. Y cuando hablo de producto de calidad no solo me refiero al sabor, sino a que nuestro organismo lo digiera de tal forma que no tengamos ningún tipo de resaca al día siguiente.

¿Qué se necesita para elaborar un buen vino? ¿Qué es para ti lo más importante?
Tener cariño, cuidar bien las plantas. En definitiva, mimarlo dese la tierra hasta que el vino esté en la copa. Que sea virgen y no tenga nada añadido. Siempre busco la excelencia en la alimentación.

Aunque imaginamos que la elección será muy difícil ¿cuál de sus vinos es el preferido?
Aunque aprecio los nueve vinos que elaboro, me quedo con el Sánchez Vizcaíno porque son los apellidos de mis hijos. Además, es el vino más elaborado que tenemos.

Muchas Bodegas luchan hoy día por hacerse un hueco en el pujante sector del enoturismo, ¿qué ofrece de diferente Cortijo El Cura al visitante?
No sé lo que nos diferencia, pero sí tengo claro lo que hacemos. Programamos visitas de todas clases para que nadie se quede fuera. De dos personas, en grupo, orientadas solo a la cata y visita de la bodega y agricultura ecológica, otras visitas donde puedes desayunar y comer, muestreo de productos de la comarca o visitas nocturnas. Queremos que todo el que pase por la finca no se vaya.

¿Qué evolución cree que va a vivir su bodega en los próximos años?
Es una evolución muy positiva, ahora mismo nos encontramos inmersos en un mercado muy sólido. Primero con los clientes de toda la vida, y luego con otros nuevos en el extranjero con los que tenemos muy buena relación.
En Almería, por competencia y razones externas a nosotros, no hemos podido retomar la comercialización hasta ahora que hemos cogido una buena distribuidora.
Para el futuro solo quiero disfrutar de la bodega como lo hago ahora y que me permita vivir bien.