Bodega Pagos de Indalia, vinos singulares elaborados a los pies del Río Andarax

Pagos de Indalia comenzó en 2009 como fruto de un proyecto familiar vitivinícola, con la ilusión de elaborar vinos de alta montaña y teniendo como pilar fundamental la calidad frente a la cantidad. El enclave en el que se encuentra la bodega es muy singular, ya que se encuentra descolgada de un barranco y adherida a una cueva en Padules, entre Sierra Nevada y Sierra de Gádor.

Los viñedos se reparten entre los suelos calizos que ofrece el Río Andarax y que superan ampliamente los 1000 metros de altitud. La singularidad del terreno calcáreo produce uvas excepcionales que, en el caso de las uvas de mesa, tuvieron antaño un reconocimiento a nivel mundial y fue la fuente de riqueza y la base económica de la provincia de Almería durante la primera mitad del siglo XX.

Hoy, son estos mismos terrenos los que dan como fruto las uvas con las que se elaboran los vinos de Pagos de Indalia. Todo esto se asocia al microclima del que disfruta: otoños e inviernos fríos, una primavera húmeda y los veranos secos y soleados. De esta forma, la uva madura con una fineza y gama de aromas envidiables.

La bodega rompe con los esquemas convencionales de cualquier otra. Está diseñada con los últimos conceptos de la enología moderna, basando todo el proceso en la “elaboración por gravedad”. Y es que, cada fase del proceso de elaboración de vino: selección, molturación, fermentación y, crianza y embotellado; coinciden con las cuatro plantas del edificio, donde “todo cae por su propio peso”, evitando así el uso excesivo de maquinaria industrial.

En cuanto a los vinos comercializados se encuentran el Flor de Indalia Blanco, un vino exótico y elegante y, entre los tintos, LaCabra&LaBota, El Terrao y el vino Indalia, todos ellos envejecidos en barrica de roble francés, expresando conjuntamente su fruta y su madera.

En todos estos vinos se sigue la misma filosofía que caracteriza a Pagos de Indalia: la calidad, exclusividad y cuidado de los detalles. Y, para poder conseguir esto, la producción de la bodega es muy limitada, pudiendo así mantener la esencia y personalidad de cada uno de los vinos.