El Gran Oro de Lauricius, en Abrucena, que prestigia los vinos de Almería

El viticultor almeriense Carlos Fernández Romero, propietario y responsable de la Bodega Lauricius,  ha recogido  en Madrid los dos galardones otorgados a sus vinos: el Gran Oro de su crianza 2021 y la medalla de plata del blanco. El acto de entrega de premios, celebrado en el hotel NH Eurobuilding, fue conducido por la periodista Erika Barreras y  por el actor Sergio Pazos. Se reconoce así la calidad de los viñedos de nuestra tierra, como ha quedado de manifiesto en la 19 edición del concurso CINVE 2023, celebrado en Cáceres, donde han sido distinguidos cuatro vinos tranquilos de Almería.

El mayor reconocimiento - Gran Oro-, la máxima distinción del certamen con más de 95 puntos, lo ha obtenido el Crianza 12 meses de la bodega Lauricius, único vino andaluz de los trece seleccionados en su categoría. Se trata de un tinto de las variedades de uva Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon, de la cosecha de 2021, elaborado artesanalmente y criado en roble francés y americano.

No ha sido el único galardón conseguido por Lauricius  en este concurso internacional, en el que han participado más de 700 bodegas de diferentes países, y que está avalado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ya que su blanco de Chardonnay y Sauvignon Blanc ha recibido también una medalla de plata, categoría en la que el jurado ha tenido que subir el rasero a 86,6 puntos, dada la calidad de los vinos concursantes.

Viñas mimadas

Calidad de la uva, cuidado de los procesos y mucho cariño conforman los ingredientes básicos para la obtención de un buen vino, como este crianza Gran Oro, según el viticultor Carlos Fernández Romero, propietario, fundador y gerente de la bodega Lauricius, para quien este sobresaliente premio significa  “ un aliciente importante para seguir mimando nuestras viñas, prestándoles toda clase de atenciones y esmerarnos cada vez más en todo el proceso de obtención del vino, desde la crianza y recolección de la uva al embotellado”. Para el experto viticultor de Abrucena “la mejor definición de cualquier vino la  hace el propio vino, por lo que para apreciar sus cualidades lo más aconsejable es probarlo”.

La bodega Lauricius comenzó a elaborar vino de forma artesanal en 1984, cuando inició el cultivo de sus propias cepas, y desde entonces trata de superarse en pos del buen vino de Almería. En abril de 2012 se inauguró dicha bodega y hasta ahora ha cosechado un importante número de galardones en diferentes ámbitos geográficos, teniendo en su haber varias distinciones de los premios Mézquita, entre otros.Junto a los dos vinos de Lauricius han sido premiados también en esta edición el Cepa Bosquet Petit Verdot con una medalla de oro, de Bodegas y Viñedos Laujar, y el Cabernet 2019 de Cristina Calvache, de  Bodegas Viñas Altas.