Situado en uno de los lugares más conocidos de la capital almeriense y frente a la mirada de la estatua de Nicolás Salmerón, la Puerta Purchena vio cómo en el año 2021 el restaurante Alquímico llegaba para sorprender a través de una experiencia inmersiva nunca vista hasta entonces.
La idea, cuenta su chef Borja González, nació a través de numerosas “reuniones, opiniones y conocimientos compartidos” y las palabras de un buen amigo lo propusieron de forma “casual” para liderar un equipo de profesionales jóvenes que cada día se levanta con la idea de agradar y sorprender al cliente con platos y sabores nuevos desde el local situado bajo el Hotel HO Almería.
Todo en Alquímico forma parte de un “experimento” para el comensal en el que es posible disfrutar de un viaje sin salir de la ciudad, no solo a través del paladar sino por medio de la música, la decoración o la atención al cliente. Un espacio en el que los camareros visten bata blanca y los cócteles se sirven en probetas y donde la cocina está abierta al público, que puede ver desde sus asientos cómo los platos llegan directamente a su mesa “sin trampa ni cartón”.
Sabores internaciones, nuevas técnicas, formas diferentes de presentar los productos “únicos e inigualables” de la tierra, una “sabiduría compartida” en la que también tiene mucho que ver la abuela del joven cocinero almeriense. “Desde muy chico estaba siempre pendiente de qué se cocinaba en su casa e intentaba ayudar en la medida de los posible”, cuenta. Hoy, la carta de uno de los establecimientos más prestigiosos de la capital lleva una de sus recetas: las croquetas de la abuela Carmela Morales.
17 años de trabajo entre fogones y la experiencia de grandes cocineros de Almería, pero también de fuera de ella, han mostrado a Borja González cómo potenciar los sabores más almerienses y a arriesgarse a probar cosas nuevas que ofrecer a un público cada vez más exigente.“Lo primordial en un cocinero es estar en constante aprendizaje y querer seguir creciendo como persona y como chef”, dice y añade que en este proceso juegan un papel muy importante los viajes, que le hacen ver que aún queda camino por recorrer.
Ese trayecto continúa forjándose sin descanso con la apertura este verano de “El Cortijo de la Loma”, situado en pleno Parque Natural de Cabo de Gata Níjar. Además, el cocinero asume el reto de acoger a LA VOZ y la SER durante la Feria a las puertas del restaurante. La nueva temporada “alquímica” traerá también muchas sorpresas como colaboraciones con chefs de prestigio y ofertas adaptadas a la temporalidad de los productos.
Dice González que nunca se termina de estar preparado, pero la Alquimia demuestra que ha superado con creces el reto, probando que si al talento le sumas aprendizaje, experiencia y el cariño y amor vivido en la cocina de su abuela Carmela, el resultado es sorprendente.
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