Tradición con el dulce: 7 confiterías emblemáticas de Almería

Los dulces y las tartas son cada año los protagonistas de muchas celebraciones familiares. Desde la bollería hasta las tartas y los bizcochos más elaborados, casi nadie suele rechazar un buen dulce. Precisamente de dulces bien hechos y artesanales trata esta recopilación en la que se recogen algunas de las pastelerías y confiterías con más tradición de Almería.

Muchos años en sus espaldas y un increíble manejo con el azúcar caracteriza de forma común a las pastelerías que hemos recopilado. Establecimientos que, a pesar del paso de los años, siguen concentrando de manera fiel y recurrente a las mismas familias para comprar sus dulces favoritos.

La Dulce Alianza

Si hablamos de lugares emblemáticos tenemos que comenzar con La Dulce Alianza, fundada en 1888. Cualquier persona de Almería ha comido alguna vez alguno de sus dulces en alguno de sus establecimientos. Después de consolidarse como una de las pastelerías almerienses más importantes y concurridas, la expansión de La Dulce Alianza se reparte de manera homogénea abarcando toda la ciudad. Desde el Paseo, la Avenida de la Estación, el Paseo Marítimo o el Centro Comercial Torrecárdenas, esta confitería ha estado y está presente en la vida de todos los almerienses.

Entre las especialidades dulces que sirven podemos encontrar tartas como la San Marcos -hecha con bizcocho, nata, trufa y yema tostada- o la Santa Paula -hojaldre, cabello y/o crema y merengue tostado-, entre otras. También, por supuesto, bollería de todo tipo, pastelitos, pastas o bombonería artesanal con los mejores chocolates.

Confitería Capri

Una confitería familiar y tradicional como la Capri tampoco podía faltar en una recopilación como esta. Desde 1940 la familia Amate lleva desarrollando la tradición familiar de la confitería de calidad en su establecimiento, ahora dividido entre la Calle Navarro Rodrigo, 21 y la zona de La Térmica. Tal y como aseguran: "Combinar las innovaciones en equipamiento técnico con nuestra tradicional labor artesana es el objetivo diario y el compromiso de calidad de la Confitería Capri".

Entre sus productos más exitosos se encuentran sus hojaldres, la pastelería -con milhojas, piononos o glaseados con chocolate-, la bollería o las tartas. 83 años después de su inicio, la Confitería Capri aún sigue siendo un ejemplo y un emblema de la pastelería tradicional y de calidad entre los almerienses. 

La Virgen del Carmen

Esta confitería y pastelería ubicada en el barrio de Los Ángeles ha sido y es toda una referencia entre los vecinos del barrio y, por supuesto, en el resto de la ciudad. Con largas colas cada festividad importante como la que le da nombre, la Virgen del Carmen del 16 de julio, esta pastelería es todo un referente del dulce para los que la conocen.

Con una extensa tradición y el empleo de materia prima de calidad, pueden presumir de tener una de las clientelas más fieles de la ciudad. Desde su origen en 1972 y más de cincuenta años más tarde, La Virgen del Carmen aún sigue siendo uno de los obradores familiares más reconocidos de Almería.

Entre sus especialdiades, sin lugar a duda, se encuentran sus tartas, bollería y su roscón de Reyes. Pasteles que han acompañado en celebraciones y recuerdos inolvidables a familias de Almería que se reunen con alguno de sus pasteles encima de la mesa.

La Guinda

Entre la lista de las confiterías más emblemáticas y famosas entre los habitantes almerienses no puede faltar La Guinda, un negocio que lleva abasteciendo de dulces de todo tipo a los vecinos de El Zapillo. Una pastelería de "las de toda la vida", eso es lo que la mayoría opinan sobre este establecimiento especializado en dulces.

Bollería, tartas, glaseados de chocolate, medias lunas... una larga lista de productos como estos son los que se postran sobre sus escaparates y que hacen de esta una de las confiterías con mayor variedad y mejores opiniones de toda Almería. Además, una de las pastelerías de referencia para muchos gracias a la tradicional forma en la que trabajan el merengue.

El Once de Septiembre

Hablando de tradición y solera es inevitable nombrar a la Confitería El Once de Septiembre, una de las pastelerías de referencia en el centro de la ciudad que lleva ofreciendo sus servicios desde 1891. Un "obrador artesanal", así es como ellos mismos describen su negocio, el del tratamiento de los dulces y los pasteles de la manera más cuidada y tradicional.

Con una materia prima de excelente calidad, aúnan la tradición del dulce con la innovación más original de postres y tartas para el gusto de cualquier paladar. Por supuesto, una interminable variedad de productos en bollería, tartas o pastelería tradicional son los que puedes encontrar si decides disfrutar de la calidad que oferta El Once de Septiembre. También destacan en las especialidades de su confitería por época del año -Halloween, Semana Santa, Feria, Navidad o San Valentín-.

El Bombón

Desde 1987 la Confitería El Bombón ha sido todo un referente de la artesanía alimenticia. Con una bollería y pastelería de elaboración diaria cuentan con una de las mejores calidades en sus productos de toda la ciudad. Una confitería que, además de alimentar a una clientela fiel y de toda la vida, presume de ser una de las que más trabaja en las fechas señaladas.

De hecho, algunas navidades han llegado a elaborar más de ochocientos roscones de Reyes.  Uno de los obradores más prestigiosos de la ciudad que cada festivo mantiene vivo el espíritu comercial de la céntrica calle Pedro Jover.

Confitería Hernández

Con más de medio siglo de actividad y varios establecimientos repartidos, no solo por la ciudad, sino también por la provincia, las Confiterías Hernández también han sido todo un protagonista en el postre de muchas familias almerienses. Con el obrador artesanal más grande de la provincia con una superficie de 9000 metros, La Hernández produce pastenes de todo tipo: piononos, glaseados, milojas, medias lunas, trufa blanca, gato merengue y un largo etcétera. 

Con un crecimiento y expansión muy progresiva desde su origen, La Hernández ha destacado notablemente entre una de las confiterías con mayor fama de la provincia. Una bollería y pastelería que ha sido el centro de mesa en numerosas reuniones familiares y que promete continuar con fuerza por, al menos, medio siglo más.