Una violenta discusión vistió de luto a una familia y sesgó la vida de una muchacha en plena juventud. En Cantoría el 26 de mayo de 1987, una joven de 24 años, Ana María Porcel Granero, fue asesinada de cuatro disparos por su esposo Ángel Jiménez, cabo de la Guardia Civil destinado en el acuartelamiento de esta localidad.
El agente fuera de sí, al darse cuenta de la gravedad de lo ocurrido, intentó suicidarse disparándose un tiro en la cabeza resultando herido teniendo que ser intervenido en Torrecárdenas, aunque finalmente pudo salvar la vida.
Los dramáticos hechos se produjeron alrededor de las diez y media de la mañana, en la puerta de la casa cuartel de la Guardia Civil de Cantoria. Fue en el preciso momento en que Ana María Porcel regresaba al domicilio y aparcaba junto al cuartel su coche Renault 5 después de efectuar unas compras iniciándose poco después la discusión entre la pareja que desembocó en la tragedia.
Para unos vecinos, la muchacha fue tiroteada nada más bajarse del coche llevando consigo unos paquetes en la mano. Para otros, fue alcanzada cuando trataba de escapar y salía huyendo del cuartel. Según confesó en el juicio el autor. momentos antes el matrimonio había mantenido una fuerte discusión sin que trascendiese la causa de la misma. La muchacha herida de muerte fue auxiliada por la esposa de otro agente y por un guardia civil jubilado, pero nada se pudo hacer dado que falleció en el acto.
Junto a ella se encontraba su esposo, que se disparó un tiro en la sien, desvanecido en el suelo balbuceaba palabras incoherentes y fuera de sí. El medico local Adolfo López, fue otro de los primeros vecinos en acudir en auxilio de la infortunada joven y solo pudo confirmar su muerte. Atendió al agente herido posteriormente evacuado hasta Urgencias de Torrecárdenas e intervenido por espacio de varias horas permaneciendo varias semanas en la UCI.
La pareja llevaba casados algo más de un mes. La muchacha había nacido en la barriada de La Hoya de Cantoria y cursó sus estudios de bachillerato en el instituto de la localidad siendo una persona muy apreciada y querida. La pareja se conoció la Nochevieja de 1986 y contrajeron matrimonio el 19 de abril de 1987. Su esposo estuvo anteriormente destinado en Macael y en el verano de 1986 fue trasladado a Cantoria, donde ejercía como comandante de puesto.
El cadáver de Ana Maria Porcel Granero fue trasladado a la casa Cuartel de la Guardia Civil donde se llevó a cabo el velatorio. Todo el pueblo de Cantoria desfiló ante el féretro de la muchacha para dar el pésame a los familiares produciéndose momentos de gran tensión y dolor. El cabo Ángel Jiménez, una vez dado de alta clínica fue expulsado del Cuerpo e ingresó en la prisión de Acebuche donde permaneció varios años hasta la extinción de la condena. Durante su permanencia en el centro penitenciario, según los funcionarios, el ex agente mantuvo un comportamiento ejemplar ocupando destinos de confianza y dando evidentes muestras de su arrepentimiento.
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