Luna Miguel, una de las escritoras del momento más activas en el uso de las redes sociales e Internet, ha sufrido la censura de Facebook. El pasado jueves, minutos después de explicar el contenido de su nuevo libro, ‘El dedo’ (Capitán Swing), la red social desactivó su perfil personal, abierto ocho años antes, alegando que había sido denunciado por “mal comportamiento”.
Ese supuesto “mal comportamiento” tiene que ver con el tema de este ensayo que acaba de ser publicado en formato digital y que no es otro que la masturbación femenina. ‘El dedo’ recopila artículos, ficciones, fragmentos de diario y entrevistas acerca del autoplacer de la mujer. “De pronto, por hablar de masturbación, autoplacer u onanismo, me había convertido en alguien ‘peligroso”, ironiza la poeta en su blog.
Según cuenta en este mismo foro, lo que en principio parecía la desactivación temporal de la cuenta “por precaución” ha derivado en un bloqueo “inapelable”. Es decir, Facebook ha eliminado de forma definitiva su perfil y ella no sólo no puede reclamar, sino que por “motivos de seguridad” no le especifican las razones de esta drástica decisión.
“La propuesta de Facebook no es tan sorprendente: es cierto que está en sus estrictas normas el favorecer una comunicación ‘limpia’ y ‘no obscena’. ¿Pero de verdad es obscena la divulgación cultural sobre un tema tan humano como el autoplacer? ¿Qué puede tener eso de dañino?”, se pregunta la también editora y periodista nacida en 1990 en Alcalá de Henares y criada en Almería.
En este sentido, la autora de ‘Los estómagos’ (La Bella Varsovia, 2015) y ‘La tumba del marinero’ (La Bella Varsovia, 2013) recuerda que la red social de Mark Zuckerberg está llena de páginas que incitan a la violencia. Mientras, como a ella le gusta decir, ‘El dedo’ es un ensayo cuyo tema es “el amor en solitario”. Un trabajo que no deja de ser una muestra de arte y literatura.
“Un grave problema”
Por su parte, Antonio J. Rodríguez, coordinador de la colección digital del sello Capitán Swing en la que ha visto la luz ‘El dedo’, asegura estar sorprendido por algunos comentarios que ha leído estos días, como: “Facebook es una empresa privada, tenemos que ajustarnos a sus reglas”.
“Yo personalmente no creo que sea tan sencillo como eso. O al menos como ciudadano me desagrada la idea de ir a un bar o a una tienda y ver que expulsan a una mujer por dar el pecho en público, o tener una conversación sobre sexualidad femenina. Francamente, si compartimos un espacio donde una mujer no puede reflexionar sobre su sexualidad, así sea en un espacio público o privado, entonces tenemos un grave problema como sociedad”, señala.
El origen de este título está en un cuento que Luna Miguel publicó hace meses y que se titulaba ‘Breve historia de la marturbación femenina’. “Aquella era una historia sobre el autoplacer femenino, pero también sobre el dolor y la muerte, el deseo y la supervivencia, las inseguridades de la adolescencia y las decepciones de la vida adulta. Hacía tiempo que Luna y yo veníamos hablando sobre la posibilidad de trabajar un texto de no ficción de media distancia y, a partir de aquel cuento, acordamos que ese sería el germen del libro”, indica Antonio J. Rodríguez a LA VOZ.
A juicio del coordinador de la colección ‘eBooks’ de Capitán Swing, uno de los grandes hallazgos de ‘El dedo’ es que desvela cómo a lo largo de la historia médica o cultural se habían abordado ciertos rasgos de la sexualidad femenina, directamente ninguneados, penalizados u ocultados por una visión dominante masculina. “Paralelamente, el ensayo expone a una Luna Miguel que no es tan frecuente en sus libros, pero que es igualmennte brillante: me refiero a sus registros más periodísticos o ensayísticos”, concluye.
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