Oí hablar de él por primera vez en el año 2011: El Camino Mozárabe de Santiago de Compostela desde Almería. El entonces alcalde de Alboloduy, Antonio Matarín, se presentó una mañana en mi despacho muy emocionado. Iban a comenzar con su resurrección como proyecto de dinamización de la comarca de la Alpujarra. Una de las arterias que discurrían por nuestra provincia durante siglos, volvía a nosotros. Además llegaba a Santiago de Compostela, hasta la tumba del santo patrón. Paralelamente me hizo el encargo de que escribiese una novela que contribuyera a tal objetivo, a dinamizar nuestra Alpujarra, y así nacía: Casa de ánimas.
Participé en la primera jornada de señalización de dicha senda, la que cruzaba nuestra provincia de sur a norte por su izquierda, y que en Mérida toma el nombre de la Ruta de la Plata. En aquella época, ya lejana, mi emoción se volcaba en la literatura y a ella dirigí mi esfuerzo de peregrina.
Y hace apenas un mes, por arte de caminante, supe de ellos. Simplemente me quedé maravillada sobre sus progresos en estos cinco años que nos separan.
Fruto de mi admiración, hoy merece la pena que paseemos juntos con-sentido por la lozana realidad de nuestro Camino Mozárabe de Santiago de Compostela.
Históricamente dicen que es la ruta que utilizaban los cristianos de los reinos árabes del Al-Andalus para visitar la tumba del Apóstol, y que tuvo su máximo apogeo en la Edad Media. En realidad era una de las pocas las vías que comunicaba Almería, Granada, Jaén y Córdoba y que cada cual usaría para su propio interés. Pero de esta idea universal, la de salir al camino a encontrarse con uno mismo y con el mundo, es de donde nace la necesidad espiritual del siglo XXI sobre la recuperación de una ruta medieval. De hecho su trazado y señalización se ha llevado a cabo tras una intensa documentación por el historiador Agustín Sánchez Hita, colaborador del proyecto, donde prima el sentido práctico de avituallamiento para un peregrino actualizado.
Me reúno con la presidenta de la Asociación del Camino Mozárabe de Almería en la plaza del Ayuntamiento, Mercedes Murillo, en una de sus tardes de miércoles de información de voluntariado al caminante. Y comienza mi fascinación.
Lo mejor del ser humano Cuando desaparece el dinero del horizonte como objetivo, aflora lo mejor del ser humano. Es la primera idea que brota desde mis ojos conforme escucho. Cuando acabó el proyecto formal de dinamización de la zona en 2013, surgió la Asociación Jacobea de Almería, donde funciona desde entonces el voluntariado de manera muy eficaz. Ya hay treinta y un pueblos entre Almería y Granada involucrados en que esta ruta sea una realidad de acogida del peregrino desde Almería.
Suelen empezar el periplo en la Plaza de la Catedral, para cubrir una serie de etapas que cada cual se dosifica a su gusto, y donde hay establecida una red de albergues gratuitos para el caminante absolutamente digna, y/o una serie de alojamientos con tarifas muy reducidas. Los detalles que me va desgranando Mercedes, anécdotas filantrópicas que se le agolpan en la boca atropellándose a sí misma, me sobrecogen… Los albergues los montan entre todos; unos pintan, otros donar muebles, otros colocan cuadros…
El perfil del caminante En un año y medio de vida efectiva de esta ruta desde Almería, con el casi exclusivo apoyo divulgativo de internet, se han contabilizado unos mil peregrinos. Por ahora el perfil del caminante es un varón entre 60 y 65 años, de sobrada experiencia y que busca rutas novedosas. Un alto porcentaje son extranjeros: australianos, franceses, canadienses. Las mujeres también han visitado nuestra ruta en proporciones similares. Mercedes me dice que ellas son ligeramente mayores que los hombres, de procedencia europea, muchas francesas. A diferencia de los varones, suele ser su primera ruta. Lo que tienen en común todos ellos es la sorpresa ante la generosidad de la gente autóctona, que todo sea prácticamente gratis. A los voluntarios del camino lo que más le sorprende de los peregrinos es el hambre de calor humano que traen consigo. Personas que han pasado por una dilatada etapa llena de obligaciones, de prisa y de puntuales relojes, comienzan una nueva senda de libertad, donde la prioridad es encontrarse a uno mismo. Las mujeres hablan de la liberación del cuidado, muchas acaban de enterrar a sus padres y ya sus hijos no las necesitan. Y todos emprenden su particular búsqueda, enmarcada en el invierno amable de nuestra tierra, único en Europa, de más de mil kilómetros.
La biblioteca del camino Surge como una brillante idea aportada por la alcaldesa de Rioja, Mª Isabel Sánchez (maestra de profesión). Cuando los peregrinos paran en su pueblo, pueden llevarse uno de los 38 libros de la Biblioteca del Camino, que se nutre de donaciones. Se puede dejar en cualquiera de las paradas siguientes hasta la de La Peza en Granada, donde los voluntarios los devolverán a su punto de partida.
Almozarito con los coles del camino Copiada la idea de un colegio de Mérida, los escolares de los pueblos del camino han comenzado el curso pasado con la experiencia de tratar la Ruta Mozárabe de Santiago como parte de su aprendizaje e interaccionando con él con diversas actividades y través de un nuevo amigo: Almozarito.
Museo del camino En Alboloduy se ha habilitado en su Museo Etnográfico una sala de interpretación dedicada al Camino, con la exposición del atuendo del peregrino y elementos temáticos que se van incorporando. Ejemplo: una colección de 386 conchas de Santiago, donación de un peregrino.
Exposición fotográfica desde Santiago La Xunta de Galicia está entusiasmada con el renacimiento de esta ruta y colabora activamente en su recuperación. Para ello ha donado durante varios años ya, una exposición fotográfica muy interesante e itinerante sobre el camino, que en la actualidad se puede disfrutar en Gádor desde el 15 al 30 de julio en el Mercado Antiguo.
Y Mercedes sigue hablándome con tanta pasión de esta realidad, contándose los dedos con las cosas que están en proyecto, otras tantas como actividades asociadas que desarrollan todos los fines de semana por los pueblos de la ruta y que sirven para insuflar vida a nuestro mundo rural desde Rioja hasta Fiñana, que simplemente no la sigo.
Me despido de ella con el alma esponjada de gozo, tras donarle tres de mis novelas y un deseo: que este goteo de nuevos mozárabes del siglo XXI sirva para el renacer de ellos mismos y el de nuestros municipios...
Porque el milagro de una nueva Reconquista de paz quizá ya esté en marcha…
Toda la información para asociarse al camino Mozárabe de Almería está en sus páginas: www.almeriajacobea.es ó www.caminomozarabealmeria.com. El itinerario desde Almería comienza en la capital y pasa por: Huércal de Almería, Pechina, Rioja, Gádor, Santa Fe, Alhabia, Alsodux, Santa Cruz, Alboloduy, Nacimiento, Doña María, Ocaña, Abla y Fiñana.
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