Tras haber pasado algo más de un año como integrante del Coro de la Ópera Nacional de París, Juan de Dios Mateos Segura (Almería, 1989) acaba de dar un importante paso en su trayectoria como tenor: en septiembre ingresará en la Academia de la institución gala, un proyecto de profesionalización de cantantes e instrumentistas nacido en 2005.
Su admisión en este programa formativo, uno de los mejores valorados de Europa, supone un triunfo personal y profesional: ha sido uno de los cinco candidatos escogidos entre 370 aspirantes de todo el mundo para la próxima temporada. Se trata, además, del primer tenor español en acceder al Ópera Estudio francés, que hasta ahora sólo había abierto sus puertas en una ocasión a una voz de nuestro país: fue en 2009 con la mezzosoprano barcelonesa Carol García.
“No es un conservatorio sino más bien una escuela de solistas. Es un proyecto muy completo: tenemos un salario mensual para gastos, que son muchos: clases, partituras, viajes... Y a la vez recibimos una formación continua con profesores invitados, trabajamos a diario con pianistas repertoristas, podemos preparar nuestro propio repertorio, realizar audiciones para agentes y para otros teatros... Cuando comencé a estudiar veía esto como un sueño”, cuenta a LA VOZ aprovechando sus breves vacaciones en Almería. De hecho, antes de incorporarse al Ópera Estudio, viajará la semana que viene al festival francés de Pierres Lyriques y de ahí se desplazará hasta Frankfurt para recibir un curso de canto.
Juan de Dios Mateos ha logrado ingresar en la Academia de la Ópera de París tras superar dos pruebas realizadas en enero. “Primero tuve que prepararme dos arias de entre cinco que me daban a elegir de distintos estilos e idiomas. Y luego superé una segunda audición con el director artístico de la Ópera y con los directores del Ópera Estudio, con un repertorio elegido por ellos”.
Además de la calidad técnica y de las dotes interpretativas, el jurado “mira al dedillo” el manejo de los idiomas. El almeriense habla cuatro -español, francés, inglés e italiano- y ahora ha comenzado a trabajar el alemán. “Aunque el acento de tu país siempre está ahí, el idioma tiene que ser impecable. Sobre todo estos cinco, que son los que más se cantan”.
Profesores
En el brillante camino que está escribiendo, el tenor almeriense tiene bien claro la importancia -y la fortuna- de haber encontrado a profesores como los que él ha conocido. “Coral Morales, en Granada, me enseñó toda la base del canto. Después di un avance más al conocer a Carlos Aransay, mi tutor, mentor y amigo a quien le debo haber dado un salto a todos los niveles. Y en París tengo a Guy Flechter, quien me da una formación continua en cuanto a técnica, repertorio, idiomas...”.
Relaciones profesionales que se han trasladado al terreno personal. “Creo que el profesor no debe limitarse a dar clases: yo necesito que exista una relación de amistad para que la cosa fluya”.
Mateos destaca asimismo otro nombre propio: Iñaki Encina, antiguo repertorista del Ópera Estudio, quien lo invitó a cantar a Francia.
En Almería, el tenor también ha dejado su sello: dio clases en la Escuela de Música de Roquetas y fundó el Coro de la Agrupación San Indalecio de La Cañada, que también dirigió. En ello estaba cuando audicionó para entrar en el Coro de la Ópera Nacional de París, donde comenzó en marzo del pasado año. Otra prueba superada que hoy le pone una nueva meta en su camino.
El niño que creció con el Coro de la Catedral
Cuando nació, su padre, Juan de Dios Mateo del Nido, dirigía el Coro de la Catedral del Almería, del que también formaba parte su madre. “Tengo el privilegio de poder decir de que tengo contacto con la música desde que estaba en su barriga. Después que nací, fui pasando por las rodillas de todos los integrantes del coro. Y de niño iba imitando las distintas voces. De mayor he podido dar clases a algunos de ellos”, recuerda Juan de Dios Mateos Segura.
Tras estudiar canto y obtener el título de Grado Profesional de flauta travesera en el Conservatorio de Almería y de Magisterio en la especialidad de Música en la Universidad de Almería, realizó en el año 2013 el máster Interpretación lírica y escénica en la Universidad de Jaén, donde participó durante las tres primeras ediciones del proyecto ‘Jaén Ópera Joven’.
Su carrera como solista comenzó en 2009 con ‘Las Bodas de Fígaro’ (roles de Basilio y Curzio). Desde entonces ha participado en diferentes producciones entre las que destacan las óperas ‘Don Giovanni’ (Don Ottavio) -llevada a escena en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar por la Fundación Indaliana para la Música y las Artes-, ‘Bastien und Bastienne’ (Bastien) y ‘Vol Retour (Bidule)’; los musicales ‘West Side Story’ (Tony) y ‘El fantasma de la ópera’’ (Raoul); la zarzuela ‘Luisa Fernanda’ (Javier) y numerosos recitales y oratorios en España, Francia e Inglaterra.
Tras pasar algo más de un año en el Coro de la Ópera Nacional de París y haber participado en la producción del Anfiteatro de la Ópera de la Bastilla en la ya mencionada ‘Vol Retour’ como solista invitado, ha sido aceptado en la Academia de la Ópera Nacional de París para la próxima temporada, con opción a una segunda.
“No te das cuenta de a cuánto puedes llegar hasta que no sales de tu zona de confort. Yo lo hice cuando me fui a Francia: allí me di cuenta de todo lo que me faltaba por aprender”.
Por eso, sabe que estar en la Academia de París es la “parte fácil” de su futuro. “Cuando salga empezará lo duro: saltar a la piscina, realizar audiciones por todo el mundo y enseñar los dientes a tus competidores”. Rivales pero amigos, eso sí. “Si hay una audición, se lo digo a todos mis amigos tenores. No quiero el puesto por callármelo sino por ser el mejor. Si me superan, tengo otra motivación: eso te hace crecer como cantante y como persona”.
“Los pequeños detalles marcan la diferencia”
Juan de Dios Mateos ha tenido sus “momentos de flaqueza” donde las actividades habituales de un chico joven debían quedar en un segundo plano por una pasión, la música, que hoy se perfila como una profesión que promete regalarle muchas satisfacciones. “Tienes que sacrificar tu vida social, no puedes ir a discotecas, estar cerca de gente que fuma, llevar una bufandita aunque se rían de ti... Ahí te das cuenta de quiénes son tus amigos de verdad”.
Pero él lo tiene claro. “No me la voy a jugar poniendo en peligro mi herramienta de trabajo porque algo me dé vergüenza. Es como el nadador que tiene que depilarse todo el cuerpo para ganar cinco centésimas: son los pequeños detalles los que marcan la diferencia”.
Además del trabajo individual, Juan de Dios Mateos destaca la fortaleza que le da su entorno. “Es muy importante que te apoyen tus padres y puede parecer de cajón pero no es algo común: he conocido voces muy buenas que se han quedado atrás por culpa de la familia. Es necesario además encontrar la complicidad de tu pareja: mi novia siempre me da ánimos y me acompaña. Y, por supuesto, de tus amigos”.
El tenor asegura que, por soñar, le gustaría actuar en el Metropolitan Opera House de Nueva York. En cuanto a sus referentes destaca nombres clásicos como los de Pavarotti, Plácido Domingo y Alfredo Kraus y voces actuales como las de Juan Diego Flórez, Javier Camarena y Lawrence Brownlee.
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