La Iglesia católica ya cuenta con 115 nuevos mártires tras la beatificación celebrada ayer en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Aguadulce, convertida por unas horas en un templo que acogió a más de 5.000 personas. El acto, enmarcado en la primera parte de una ceremonia litúrgica al uso, contó con la presencia de Angelo Amato, prefecto de la congregación para las causas de los santos como legado pontificio del papa Francisco. “Los mártires son bienhechores no solo de la Iglesia sino también de la sociedad. No solo hablan sino que hacen el bien, actúan”, expresó ante la prensa el cardenal italiano, que concelebró la eucaristía junto a Adolfo González Montes, obispo de Almería, y Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada. “Este es un acontecimiento importante no solo para la Iglesia sino para la sociedad, que necesita concordia y pacificación. Y la sangre de los mártires es pacificadora. Eso es lo que deseamos: el entendimiento que haga posible la paz y la prosperidad”, dijo por su parte el prelado almeriense.
Aunque la misa comenzó a las once de la mañana, las puertas del recinto se abrieron a las ocho para recibir a los fieles, muchos llegados en autobús desde distintos pueblos de la provincia, amén de los peregrinos procedentes de varias localidades españolas, entre ellos 350 gitanos invitados por el Departamento para la Pastoral Gitana de la Comisión Episcopal de Migraciones.
La ceremonia contó asimismo más de una veintena de prelados, autoridades regionales y provinciales y más de cuarenta alcaldes de los municipios de nacimiento o de servicio pastoral de los mártires, así como familiares de los nuevos beatos. Unos 150 voluntarios se encargaron de atender al público en una ceremonia en la que brilló la organización, resultado del esfuerzo realizado por la diócesis almeriense a lo largo de las últimas semanas.
Entre los 115 mártires incluidos en la causa ‘José Álvarez-Benavides y de la Torre y 114 compañeros muertos en odio a la fe’, fallecidos entre julio de 1936 y enero de 1939, se encuentra Emilia Fernández, ‘La Canastera’, una gitana de Tíjola que se ha convertido así en la primera mujer de esta etnia en ser beatificada.
La ceremonia, en tres detalles
1. La música
El coro y orquesta MusicAlma de Linares y la Escolanía de la Catedral de Jaén pusieron la música.
2. El himno
En el acto se estrenó el himno ‘Testigos de Cristo’, compuesto para la ocasión por monseñor Bernardo Ávila Ortega con letra del canónigo Juan Torrecillas.
3. Los cuadros
Tanto el cuadro de ‘La Canastera’, de Raúl Berzosa, como el tapiz de los mártires, de Guevara, se expondrán en la Catedral.
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