‘El faro de las orcas’, el "gran reto" de Gerardo Olivares

Con ‘El faro de las orcas’ (2016), historia sobre un guardafauna de la Patagonia que ayuda a un niño autista a comunicarse gracias al vínculo con estos cetáceos, Gerardo Olivares (Córdoba, 1964) cierra una trilogía sobre la infancia y la naturaleza que abrió con ‘Entrelobos’ (2010) y continuó con ‘Hermanos del viento’ (2015). “Ha sido un gran reto por la complejidad técnica”, expresó ayer en Almería, donde presentó el filme en el Cervantes en el marco de los Encuentros con Directores de Cine de Unicaja.

Filmada entre la Patagonia y Fuerteventura, ‘El faro de las orcas’ -protagonizada por Joaquín Furriel y Maribel Verdú- mezcla la historia de ficción (inspirada en el caso real que el guardafauna Roberto Bubas narró en el libro ‘Agustín Corazón Abierto’)  con elementos del documental, género en el que Olivares debutó y donde firmó las exitosas series para TVE ‘La ruta de las Córdobas’ (viaje desde Alaska a la Tierra del Fuego), ‘La ruta de los exploradores’ y ‘La ruta de Samarcanda’.

“De las 60.000 orcas que existen, solo nueve cazan como se ve en la película, y están en Península Valdés. Se llama varamiento intencional, es decir, llegando a la arena para capturar leones marinos. Estuve apostado durante catorce días durante horas y nada, hasta que el último día pudimos rodar varios ataques”, explicó.

Para los planos cortos se utilizaron técnicas de animatrónica, con una orca construida por David Martí y Montsé Ribé, ganadores del Óscar por el maquillaje de ‘El laberinto del fauno’, y animación por ordenador.  “Todo esto, más tener que mezclar planos con contraplanos rodados en Argentina y Canarias, han hecho que sea mi película más compleja”, apuntó sobre ‘El faro de las orcas’, que puede verse en todo el mundo tras ser adquirida por Netflix.

Su próximo proyecto será una película de carretera que rodará en el Sáhara. Ya sin niños pero sin renunciar a esa mirada documental, presente en ‘La gran final’ (2005) y ‘14 Kilómetros’ (2006), que le convirtió en el primer español en ganar la Espiga de Oro en la Seminci.