Bendición de mascotas y subasta de los rabicos en las Fiestas de San Antón

El Casco Histórico ha vivido un día grande con la tradicional bendición de mascotas y posterior subasta de rabicos que ha tenido lugar a las puertas de la Ermita de San Antón y ante la imagen del Patrón.

La Asociación de Vecinos Casco Histórico, presidida por Magdalena Cantero, organizó la procesión-traslado de San Antón desde la iglesia de San Juan, donde recibió culto, hasta la ermita que recibe su nombre. 

El cortejo procesional, presidido por el párroco, Tomás Cano; estuvo acompañado magistralmente por la Banda de Música Nuestra Señora de Montserrat, dirigida por Félix Alcaraz. Junto a los numerosos vecinos , destacó la presencia de las concejalas del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería, Elita Abad, Ana Martínez Labella y Pilar Ortega; además del concejal del PSOE, Juan Carlos Pérez Navas; y del edil de C’s, Miguel Cazorla; además de representantes de las hermandades de erigidas en el barrio, Angustias, Estudiantes, Prendimiento y Cristo del Mar.

La jornada festiva se inició con la chocolatada que  la Hermandad Universitaria de Estudiantes, con su hermano mayor, José Luis Cantón, a la cabeza, organizó en la Plaza Granero para los vecinos y menores del barrio.  

El repique de campanas de la ermita anunció la llegada de San Antón hasta la ermita donde el párroco de San Juan, Tomás Cano, posteriormente bendijo a las mascotas que sus propietarios habían llevado. 

Por su parte, el Grupo Folclórico Alcazaba, junto a la rondalla,  ofreció el baile del folclore típico almeriense, donde la petenera o el fandango de Almería tuvieron especial protagonismo. 

Concluido el baile regional del Grupo Alcazaba le tocó el turno a la tradicional  Subasta de Rabicos y en esta ocasión Antonio Salmerón, vecino del barrio, fue el encargado de dirigirla. 

El concejal de C’s, Miguel Cazorla, fue quien finalmente logró el primer rabico subastado y los numerosos almerienses que allí se encontraban pujaron por las tortas, roscos y gran cesta que los propios integrantes de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico habían hecho entrega.