Caleidoscopio de ‘Genios’

La carta póstuma de la amante de Julio Cortázar en la que narra su último viaje: 33 días de libros, vino y música en una furgoneta Volkswagen siguiendo un trayecto que podía recorrerse en ocho horas. El relato de la noche en que Billie Holiday se atrevió a interpretar por primera vez ‘Strange fruit’ -canto contra la esclavitud- en el neoyorquino Café Society, club de jazz repleto de blancos. Las confidencias entre sirvientas sobre infidelidades e hijos ilegítimos a las que asistió de niño Federico García Lorca que dejarían un poso en su obra universal. El recuerdo del duelo del que salió vivo el abuelo de Gabriel García Márquez, suceso que llevó a su familia a huir a Aracataca, que años más tarde él convertiría en el eterno Macondo. La historia de la penúltima conquista de Pablo Picasso: Sylvette, muchacha etérea de rasgos extraños que respiraba ajena a su belleza natural. 

El álbum ilustrado ‘Genios. El eco fantasma de sus voces’ (Edelvives) es una mirilla a través de la que el lector observa de cerca el lado más humano de una veintena de personajes célebres del siglo XX. Con sus excentricidades y sus miserias más inconfesables. Con su arrollador talento y sus momentos de lucidez. Se trata de diez hombres y diez mujeres que pasaron por la vida sin miedo al qué dirán. Atormentados a veces, despreciados unos y adorados otros. Artistas fascinantes todos ellos.

Esa mirilla constituye un caleidoscopio espacio-temporal que ha sido configurado en sus infinitas combinaciones por la escritora María Jesús Lorente y el ilustrador Antonio Lorente, ambos naturales de El Alquián y autores de los cuentos infantiles ‘La princesa aburrida’ y ‘Yago’. A través de sus textos en forma de microrrelatos, ella despliega varios espejos en ángulo que ofrecen un anecdotario de la genialidad. Porque se aproxima a cada personaje desde un punto de vista inédito. 

“Una de mis intenciones era ofrecer una visión original de cada uno, no reflejar la biografía que para eso está Wikipedia, y luego que la lectura fuera dinámica; así que tras empaparme de su vida y su personalidad, buscaba un detalle del que tirar y la forma más atractiva de abordarlo recurriendo también a la ficción”, explica María Jesús.

En los textos, Frida Kahlo aparece a través de un admirador que se cuela una noche en la Casa Azul, donde nació y murió, y Bette Davis cuenta en primera persona el ataque de celos que sufrió tras presenciar cómo su archienemiga Joan Crawford recogió el Óscar en nombre de Anne Bancroft.

“Este libro se lo he dedicado a los tres abuelos que conocí porque un abuelo es la figura de la sabiduría, me parece un homenaje precioso porque varias de las historias que introduzco y mezclo con las biografías están inspiradas en relatos que me contaban, eso se me quedó ahí y me han acompañado hasta hoy”, añade. 

Si la escritora aporta espejos en ángulo, Antonio Lorente completa esa imagen superpuesta y caleidoscópica con las láminas de vidrio que son sus dibujos. “Si en algún caso la ilustración guarda conexión con el texto es casualidad o que tenía el texto de mi hermana en el subconsciente. Yo quería contar una historia diferente,  ofrecer un relato visual”, apunta.

En los dibujos, a Walt Disney se le enciende la bombilla al plasmar por primera vez a Mickey Mouse -su icónico personaje-, un García Lorca adulto mantiene una conversación con su yo niño y la pintora María Blanchard se ve como una gárgola atrapada en su deformidad. “En algunos casos, he querido saldar las cuentas pendientes de los personajes: a la escultora Camille Claudel me habría encantado dibujarla haciendo un corte de mangas a Rodin, que la condenó al olvido”, indica Lorente. 

Aunque en el álbum ilustrado hay paridad de talentos, no es difícil apreciar en él una clara vocación feminista.  “Es una declaración de intenciones y fue difícil porque algunas de las mujeres que aparecen son casi desconocidas, simplemente porque la historia no les ha dado el lugar que merecen. María Callas y Coco Chanel resultan icónicas, pero hay otras que a pesar de ser eminentes y personajes muy interesantes, no cumplían el perfil ya que, debido a ciertas cortapisas, su atractivo no se plasmó”, argumenta Mª Jesús.

Y justo ahí entra en juego una de las razones de ser del proyecto: que los genios más conocidos tiren de los que lo son menos y, en un alarde de camaradería, los ayuden a sacudirse el olvido hasta el punto de que todos ellos -peculiar galería de personajes- despierten en el lector las ganas de seguir investigando y leyendo sobre su vida. De ahí el índice biográfico que cierra el volumen.

“Nos interesaba mucho meter a genios no tan conocidos como el bailarín Rudolf Nuréyev y la poeta Alejandra Pizarnik, que está muy en auge ahora y encima tenía relación directa con Cortázar. O María Blanchard, que dicen que estuvo enamoradísima de Diego Rivera, con el que compartió piso, quien, a su vez, fue el gran amor de Frida, de modo que muchos de nuestros elegidos no sólo fueron contemporáneos, sino que se relacionaron entre ellos”, señala Antonio.

En una colaboración de lujo, cierra el libro una auténtica leyenda: Freddie Mercury. Un relato elaborado por el escritor Miguel Vasserot (‘¿Serías capaz de quedarte por mí?’), que suma su buen hacer al de los hermanos Lorente. 

Presentación en la EMMA

La presentación de ‘Genios. El eco fantasma de sus voces’ tendrá lugar el próximo sábado 19 de mayo, a las 18.30 horas, en la Escuela Municipal de Música y Artes de Almería (EMMA) en un encuentro en el que María Jesús y Antonio Lorente hablarán del proceso creativo de este singular retrato de artistas y Adriana López Álvarez se meterá en el papel de una de ellos, María Callas, leyendo un pequeño texto de la cantante como regalo a los asistentes.

La apuesta del Grupo Edelvives por este proyecto ha sido total. La obra -que este fin de semana ha llegado a las librerías y se va a distribuir por España e Hispanoamérica- ha visto la luz en su sello Contempla, que combina literatura, ilustración y diseño. Muestra de esa implicación es el hecho de que en la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Bolonia decoró todo su expositor con las ilustraciones del libro. “La editorial se enamoró del proyecto de forma inesperada y lo convirtió en algo internacional. Sabíamos que tenía que ser un sello potentísimo el que nos respaldara y lo ha hecho el que más cuida la ilustración”, dice Mª Jesús. 

¿El resultado? Una pieza de coleccionista que no debería faltar en ninguna biblioteca.