Así llegó el indalo a Waylon, el cantante holandés de Eurovisión

El almeriense Jesús Abad Mañas le regaló al músico en Lisboa el colgante que lució en la final

Evaristo Martínez
22:05 • 16 may. 2018

Cuando el holandés Waylon apareció sobre el escenario del Altice Arena de Lisboa para defender su tema ‘Outlaw In’ Em’ en Eurovisión, miles de ojos se posaron en un colgante que destacaba sobre su camiseta negra: la figura del indalo, el símbolo de Almería, la tierra donde el azul del mar convive con el polvo del ‘far west’.



Fue en uno de los poblados de Tabernas y en su desier­to donde el cantante grabó el videoclip de esta canción, un rock fronterizo de aires country con ecos de Bon Jovi. Aunque la relación causa-efecto parecía evidente, la razón de que Waylon decidiera ejercer de desinteresado embajador de esta provincia ante 200 millones de espectadores de todo el mundo (esa es la media de cada final) no está en aquel rodaje sino en la ocurrencia de un almeriense, Jesús Abad Mañas



“En el grupo en Facebook ‘Eurofans en Almería’ colgaron el vídeo. Identifiqué el paisaje pero me quedaba la duda. Y como había conseguido, de pura suerte, un par de entradas para Eurovisión y he podido estar una semana en Lisboa, me presenté en el hotel de la delegación holandesa”, cuenta a LA VOZ casi recién llegado de su viaje (es la segunda vez que asiste a una final eurovisiva, tras la de Estocolmo de 2016).






Allí, mientras muchos españoles buscaban a Alfred y Amaia (los españoles se alojaban en el mismo hotel aunque Jesús se queja de las restricciones de la delegación de TVE para ver de cerca a la pareja), él abordó al músico holandés y le preguntó que dónde había grabado el vídeo. “Me contestó que en España, sin especificar. Le repliqué que si fue en Almería, en Tabernas, y asintió sorprendido, además de decirnos que les había encantado. Así que saqué de mi mochila el indalo y se lo regalé”.



Entonces, el propio Waylon (quien ya logró un segundo puesto para Países Bajos en 2014 con el grupo The Common Linnets) se quitó la flor de lis con la que había actuado en la semifinal y se colgó el símbolo almeriense. “Se tocó el pecho y me dijo que lo iba a llevar en la final”.



Solo quedaba esperar para ver si cumplía su palabra, algo que Jesús Abad pudo disfrutar en vivo mientras la ecléctica imagen (un holandés con look de cowboy y con un indalo al cuello) comenzaba a hacerse viral en el Oeste de las redes sociales.







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