Ara Malikian mantiene su idilio con Almería y entusiasma a más de 3.000 personas

El violinista es una auténtica estrella del rock que derrocha energía

Malikian levantó al público de la Plaza de Toros.
Malikian levantó al público de la Plaza de Toros. La Voz
La Voz
20:09 • 28 jul. 2018

En un mundo donde gusta poner etiquetas Ara Malikian podría considerarse el rockero del violín, un artista que es capaz de pasar con facilidad de la música clásica al rock, del vals a la fanfarria de los Balcanes, de Jimi Hendrix a Mozart, de Led Zeppelin a Bach, y que congrega en una plaza de toros, como la de Almería, a más de 3.000 espectadores, que como auténticos fans, le jalean y disfrutan de su eléctrico concierto. 



Pero su éxito va más allá de este concepto. Ara Malikian es un innovador que ha revolucionado la técnica del violín y ha sabido llevar la creatividad musical a su máxima expresión. Fruto de sus experiencias personales y talento artístico, ha conseguido aportarle espectáculo al violín, sin abandonar la esencia de la música clásica, y presentarlo con autenticidad. Porque otra de las claves de su éxito radica en el relato que transmite. Malikian tiene empatía con el público, y con su dulce voz, narra un storytelling en el que mezcla sus vivencias, algunas reales otras imaginarias, y que se convierten en el divertido hilo conductor del concierto.



Anoche tocó en Almería, ciudad con la que vive un idilio desde sus inicios, y en la que recibe un cariño especial desde que se instaló en España. Presentaba su campaña internacional ‘La Increíble Gira de Violín’, que le llevará por París, Londres, Beijing, Moscú, México, Buenos Aires, Santiago de Chile… Una de las grandes citas del Almería Summer Festival del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería. Y volvió a triunfar. 



La escenografía trasladó al público a los grandes recintos al siglo XVII español, con una cuidada decoración basada en los corrales de comedias característicos del Siglo de Oro. Así, el Corral de Comedias es el leitmotiv del violinista en esta creación, el hilo conductor que empasta todo el espectáculo, el lugar en el que Malikian desgranó su música.



Ara condujo con su maestría al espectador, acompañado de una imponente banda que va más allá de cualquier género, puesto que batería, guitarra, viola, violonchelo, contrabajo y percusiones indias son guiadas por el arco-batuta más increíble que el mundo ha conocido en los últimos tiempos. El inicio da idea del innovador planteamiento del carismático violinista: Un extenso tema en el que enlazó ‘Voodoo child’ de Jimi Hendrix con el ‘Requiem’ de Mozart y terminó con una composición propia. Habían pasado apenas diez minutos y el público ya estaba entregado.



Durante las dos horas de concierto, Ara Malikian va hilvanando un relato que parte del violín que en 1915 salvó la vida a su abuelo en el genocidio de Armenia, y trasladó a su padre, y que le permitió a Ara salir de Palestina rumbo a Europa: Alemania, y desde hace casi 20 años, en España. Anécdotas y aventuras, en unos monólogos con los que transmite su honestidad, simpatía y talento, y que sirven de introducción para la música, siempre llena de energía, con la que logra enamorar con la belleza sonora del violín.



El ecléctico programa permitió disfrutar de danzas orientales, de clásicos como ‘La Campanella’ de su adorado Paganini, ‘Requiem’ de Mozart o un Aria de Bach, entre otros. También se llevó a su terreno temas de la cultura pop como ‘Life on Mars’ de David Bowie, ‘Paranoid Android’ de Radiohead o la canción ‘Miserlou’ de Dick Dale de la banda sonora de Pulp Fiction. En esta obra de arte musical también agregó creaciones propias donde demuestra que es un excelente compositor, y ahí se pueden enumerar, entre otros, el bello ‘Vals de Kairo’ dedicado a su hijo, ‘Broken Eggs’ y ‘Con mucha nata’ Danzas, clásicos y pop-rock tamizados por el talento de Ara Malikian en un potente espectáculo, que recibió los vítores y aplausos de sus fans almerienses.   



Ara Malikian interpreta el violín como si llevara en sus manos una guitarra eléctrica y no para de moverse, saltar y bailar. En todo momento demuestra que es un maestro con un instrumento muy complejo, como es el violín, que traspasa fronteras y presenta en estadios y plazas de toros como un auténtico fenómeno de masas.


Para concluir fue capaz de unir una composición de Bach con la popular canción veraniega de ‘Los Pajaritos’, siempre con respecto y profesionalidad. Un violinista enamorado de España y que apasiona a todos los almerienses, y, además, no olvida sus orígenes dedicando un tema a los más de 65 millones de refugiados y desplazados del mundo. Grande Ara y la increíble historia de tu violín.  



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